El Hombre sufre tan terriblemente en este mundo
que se ha visto obligado a inventar la risa
Friedrich Nietzsche
"No está la cosa para bromas", "está uno como para reír", "no estoy para risas", "la diversión es para épocas de bonanza", "en tiempos de crisis el alma se vuelve taciturna",....
En los años treinta, en EEUU, época de la Gran Depresión, se realizaron más películas cómicas y comedias que en toda su historia. La gente no tenía trabajo, ni qué comer, la gente se tiraba por los balcones de los rascacielos, los comedores de auxilio social se abarrotaban,... pero, no obstante, el ser humano, en esos momentos, es cuando más necesita de la risa, de la alegría injustificada, de lo cómico, de la caricatura, de la explosión que provoca la risa y que facilita que la tensión salga hecha metralla hacia afuera, lejos de las entrañas que acogotadas...
En las épocas de crisis, cuando todo se vuelve gris y duelo, cuando los muñidores de desgracias y hecatombes salen de sus agujeros para pregonar el apocalipsis, entonces, es cuando se necesita la risa liberalizadora, exorcizante, que desenmascare a los agoreros, que cree huecos, otra vez, en esas entrañas demasiado encogidas por los problemas, a veces, menos importantes de lo que se piensa. Mientras haya un espíritu libre, consciente de su dignidad, de su sitio en el mundo, poco importarán los avatares: su alma estará a salvo puesto que tendrá la vida, su vida, dispuesta a sortear los peligros, y recrearse alternativas... Tendrá la risa para derrotar lo inevitable, y con la risa una puerta que se abre a lo posible, al espacio nuevo, limpio, libre de basuras y detritus.
Cuando la vida se nos hace cuesta arriba, la risa es un segundo motor que nos empuja, aliviando el ascenso. Reírse sin motivo es la mejor terapia, es la metafísica inmarcesible de la mente humana, de su capacidad para lo abstracto.
El hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona, dijo aquel buen poeta y mejor hombre que fue Hölderlin; se le olvidó añadir que solo es un hombre, un hombre verdadero, cuando ríe.
Estamos en época de crisis, no solo económica, también de valores que hagan al hombre más libre y autónomo, más consciente, más solidario, más... humano. Por eso es tan importante la risa. Solo riéndonos de todo, pero sobre todo, de nosotros mismos, podremos enfrentar ésta y otras situaciones peores. La risa como lanza y como escudo, como grito y como canto, la risa como caballo que galope hacia un horizonte nuevo, como un Pegaso que nos eleve sobre la sordidez.
La risa enorme, inmensa, de los que tienen caudal inagotable de alegría, de los demiurgos de la risa, de los artesanos del reír, de los diestros de lo cómico, de los hábiles en la sonrisa,... Eso es lo que os propongo hoy aquí. Tres ejemplos cinematográficos, uno musical. Cuatro apuestas para reír sin complejos ni reparos. Cuatro apuestas sublimes de gente sublime en ese arte impagable que es llevar alegría a los corazones.
Hay más, muchos más, y más formas de producir alegría, pero ahora, aquí os propongo estas:
- Charles Chaplin, Charlot, en sus Tiempos Modernos (tan de ahora mismo),
- Los Hermanos Marx, en su insuperable Sopa de Ganso,
- Blake Edwards/Peter Sellers, en el sutil e hilarante clásico The Party (El Guateque).
- Les Luthiers, esos juglares cómicos, poetas y músicos del burlesco absurdo.
Espero que lo disfruten y se sientan mejor después. Sin solución de continuidad...
Les Luthiers
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Charles Chaplin, Charlot
Tiempos modernos
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Los Hermanos Marx
Sopa de ganso
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Blaque Edwards / Peter Sellers
El guateque