A Vicente, en su persistir.
Pulsa un corazón sueños,
ansias de vivir, proyectos;
pulsa un corazón, tenaz,
un impulso pertinaz
de seguir latiendo.
Pulsa ajeno a su pulsar;
solo pulsa, pertinaz,
por el ansia de latir:
ser presente y porvenir
fundido en su palpitar.
Pulsa apenas sin sentir,
absorto en su perseguir
siempre el tiempo que se va;
mide, marca, toma y da
la vida en su transcurrir.
Pulsa un corazón pasiones;
a miles, las pulsaciones,
van proporcionando abriles
que minarán, si febriles,
sus íntimas condiciones.
Cada pulsar es un sí
que retumba, carmesí,
con íntima sintonía;
es vida que en armonía
expresa su ritmo así.
Pulsa, pulsa, corazón,
tu monocorde canción
de síes reiterativos,
de impulsos afirmativos
sentidos con emoción.
-o-
Pulsar, es, contradictorio,
pues lleva, premonitorio,
el silencio en el latido:
absurdo contrasentido
de todo lo transitorio.
-o-o-o-