domingo, 3 de mayo de 2015

El Eterno Femenino en la Pintura (VI): Eva - GALERÍA: Eva (2)





Es Eva, y no Adán, la que detenta el mérito de ser origen de la Humanidad.
Si por el conformista y obediente Adán hubiese sido aún seguiríamos en el Paraíso,
sin historia ni memoria, disfrutando —sin conciencia— de un bien sin sombra.
Horroroso lugar ese, el Paraíso Celestial (que no Terrenal),
donde colocó Dios a sus réplicas: un lugar sin alicientes,
donde todo sucedía según el plan divino previsto
y donde los días transcurrían tan idénticos a sí mismos
que no cabía hablar de tiempo. Lugar atroz, de pesadilla.
Lucifer libró al ser humano de un tal infierno
por medio de Eva, la gran benefactora,
a quien indicó la forma de igualarse a Dios, 
abandonando aquel insulso pluscuamperfecto reducto
para ganarse realmente un Paraíso Terrenal, donde los días
estarían cargados de acasos: aventuras y desventuras,
dichas y desdichas, emociones de todo tipo y, sobre todo, tiempo,
tiempo por el que transcurrir, sintiendo en los deseables labios de la vida
el dulce aliento de la muerte.

Paradojas y contrasentidos. Héctor Amado


Eva en el Eterno Femenino
Reflexiones incidentales

2

.....Cabría considerar a Eva el germen inicial del Eterno Femenino, no sólo el sostén material o biológico —y por tanto sensual— de la figura "mujer" que dará lugar al arquetipo, sino su razón de ser. Eva, sí, es la compañera de fatigas, es la amante a quien fecundar, es la madre solícita y abnegada,... pero también es la posibilidad de apertura hacia horizontes menos pragmáticos y más idealistas: es la arcilla con la que modelar figuras no menos necesarias, hechas de materia y de sueño. En Eva están Helena y Sofía, pero también María. No es Eva un estadio primigenio, no es un primer eslabón o peldaño de una cadena o escalera denominada Eterno Femenino, sino la propia posibilidad del arquetipo. Eva es la gran protagonista. Con razón se la considera madre de la humanidad: lo es en el sentido más amplio, profundo y figurado de la expresión.

.....En el anterior post, en la reflexión incidental previa a esta (1), ya apuntaba que en Eva es posible vislumbrar aquel quantum de entropía que forzó a Dios a salir de sí mismo para recrearse en un Todo sin principio ni fin. Sería, pues, algo así como emanación de la parte insatisfecha con un estado de equilibrio anonadador, la parte díscola, rebelde, que fuerza un cambio en el status previo a la Creación. Esta parte, que podríamos denominar Lucifer, el hacedor de la luz, se la ha considerado tradicionalmente como imagen en negativo de Dios mismo, cuando en realidad (como han defendido tantos, especialmente a partir del siglo XIX: Marlowe, Goethe, Blake, Byron, Milton, Bloch) no es sino parte del mismo Dios antes de la Creación (¿El Abraxas de Jung y Hesse?)

.....No de otro modo cabe interpretar la creación de Eva por parte de Dios, habiendo ya creado el mundo y al hombre como conciencia de sí, que como catalizador que provocaría una prodigiosa reacción en cadena. Definitivamente Dios no estuvo satisfecho con lo creado en seis días, y al séptimo, lejos de descansar, lo que hizo fue pasarlo meditabundo, pensando cómo arreglar aquel Mundo Feliz creado, tan carente de interés. La solución la encontraría en esa parte de su ser más rebelde, esa parte efervescente que había provocado la tumultuosa extravasación fuera de sí mismo: Lucifer.

.....Lucifer sería el encargado de inculcar la semilla de la divinidad en la humanidad. Como haría después, con otra de sus ocurrencias más celebradas (fecundar a una virgen para engendrar en ella a su hijo), envió a su Mr Hyde a fecundar en Eva la insatisfacción por una vida indigna de tal nombre. La serpiente cósmica, Lucifer, el hacedor de luz, alumbró en Eva la posibilidad de experimentar la vida como Dios. La semilla germinó y Eva, saliéndose de su papel y esbozando el que representaría en otra de sus modélicas encarnaduras (Helena), sedujo a Adán para probar juntos (¿qué mayor prueba de amor?) el fruto prohibido que los igualaría a Dios.

.....El papel de Adán, a todo esto, dejó mucho que desear, pues se comportó de forma nada leal y honrosa con Eva, ya que cuando, una vez violado el interdicto, Dios (de forma fingida y falsaria, pues bien sabía él lo que harían, pues él mismo así lo quiso) les demandó explicaciones, el primer hombre se encogió de hombros cargando la responsabilidad de la acción a su compañera, Eva ("ha sido ésta que me ha engañado"), quien se arrepintió, no de haber violado la prohibición, sino de haberla compartido con un hombre tan poco hombre. Ella le enseñaría, no obstante a serlo: tendría toda una eternidad para hacerlo e innumerables vidas para lograrlo.

.....¿Qué de extraño puede tener que el hombre tema en la mujer lo desconocido? Sabe quien detenta verdaderamente el poder, y sabe que ese poder está íntimamente ligado al origen, a Lucifer, a Dios. Ella es la portadora de la luz, ella la que se atreve a desafiar las reglas y las normas, ella la que se alía con la rebeldía y lo revolucionario. Él, el hombre, se tiene por idealista, y, en verdad, lo es: su reino de la posibilidad es el de las ideas. La mujer, Eva, es la ejecutora, la que realiza lo posible, la que engendra y pare racimos de posibilidades en forma de seres. Eva está íntimamente emparentada con la vida, con la divinidad que la vida supone, con la consecución de ciclos que la Naturaleza manifiesta, ella es impulsora de esos ciclos en la especie humana. Por eso Eva, la mujer, es capaz de mantiene un diálogo más amigable con la muerte. Sabe de su necesidad, de la necesidad de la muerte para los fines de la naturaleza; y aunque le duela perder a sus hijos (racimos de posibilidades arrancados de la cepa), íntimamente reconoce con resignación su irremediable exigencia.

.....El hombre puede llegar a considerar la vida un sinsentido, la mujer nunca. Él, Adán, cuestionará las injustas o crueles condiciones de la existencia; ella, Eva, no las verá tales sino meros accidentes de un camino que es precios recorrer. Eva es la incontestable e incuestionable solidez que habita en la aparente debilidad; Adán es la inconsistencia bajo una apariencia de fortaleza. Por eso Eva soporta mejor que Adán las adversidades y los contratiempos: no se cuestiona la existencia, la afronta; menos asequible al desaliento o la frustración, sabe que dispone de una secreta alianza, fundada en aquel primer acto de rebeldía que le otorgaba el poder sobre la vida (un poder concedido por Dios, con intermediación de Lucifer).

.....Y es por eso, también, que Dios puso en Eva —en la mujer— todo el encanto y el poder de seducción de la belleza: sólo así sería deseable exponerse a transitar por un infierno para alcanzar el verdadero Paraíso. Sólo bajo la promesa de un bien mayor uno es capaz de arriesgarse a jugar en esta partida de dados que es la vida. Y el bien mayor está ahí, ofrecido en cada jugada, residiendo en la mujer. Para ser como dioses debimos renunciar a la estupidez de la inconsciencia. El ser como dioses supondría el reconocimiento de la belleza y de la fealdad, del amor y del odio, del dolor y del placer. El ser como dioses supondría aceptar que el bien y el mal no son más que convenciones, y esto, mujer de por medio, adquiere una carta de naturaleza incuestionable. Merece la pena ser como dioses, y, como dioses, llevar en sí el mal y el bien, intercambiables, aleatorios. Si somos conscientes de ello (y lo somos gracias a Eva) habremos accedido a esa divinidad de la que procedemos y que habita en nosotros latiendo con tenaz, sincopada, eternidad.




GALERÍA

EVA
(2)
s. XVII-XX
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Adam and Eve. Antonio Molinari (1655-1704)
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Adam and Eve. Jean-Baptiste Santerre (1658-1717)
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Adam and Eve in the Paradise. Adriaen van der Werf (1659-1722)
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Adam and Eve Eat the forbidden fruit. Adriaen van der Werf (1659-1722)
Adam and Eve rebuked by God. Adriaen van der Werf (1659-1722) 
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Adam and Eve rebuked by God. Adriaen van der Werf (1659-1722)
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Adam and Eve rebuked by God. Aureliano Milani (1675-1749)
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 Adam and Eve. Jean-François de Troy (1679-1752)
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Adam and Eve with their children Cain and Abel. Lorenzo de Ferrari (1680-1744)
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Adam and Eve. François Lemoyne (1683-1737)
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 Adam and Eve rebuked by God. Charles-Joseph Natoire (1700-1777)
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Adam and Eve rebuked by God. Francisco Bayeu y Subías (1734-1795)
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Eve tempted by the Serpent. Jean-Baptiste-Marie Pierre (1714-1789)
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Adam and Eve. James Barry (1741-1806)
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Adam and Eve. James Barry (1741-1806)
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The Creation of Eve. Henry Fuseli (1741-1825) (1st version)
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The Creation of Eve. Henry Fuseli (1741-1825) (2nd version)
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 The Creation of Eve. Henry Fuseli (1741-1825) (2nd version)
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The Temptation of Eve. Henry Fuseli (1741-1825)
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Adam and Eve repentants. Henry Fuseli (1741-1825)
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The dismission of Adam and Eve from Paradise. Henry Fuseli (1741-1825)
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 The dismission of Adam and Eve from Paradise. Henry Fuseli (1741-1825), drawing
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Adam and Eve. Nicolai Abraham Abildgaard (1743-1809)
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Adam and Eve with their children Cain and Abel. Andrei Ivanovich Ivanov (1755-1848)
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Archangel Raphael with Adam and Eve. William Blake (1757-1827)
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William Blake (1757-1827)
Satan watching the caresses of Adam and Eve
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  William Blake (1757-1827)
Adam and Eve beneath the tree of good and evil. The serpent is tempting Eve with the fruit.
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Adam and Eve after the Fall. Claude-Marie Dubufe (1790-1828)
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Adam and Eve expelled out from Paradise. Eugene Delacroix (1798-1863)
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The Creation fo Eve. George Frederic Watts (1817-1904)
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Adam and Eve in the Paradise. George Frederic Watts (1817-1904)
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Eve tempted by the Serpent. George Frederic Watts (1817-1904)
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Eve tempted by the Serpent. George Frederic Watts (1817-1904)
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Eve repentant after the fall. George Frederic Watts (1817-1904)
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Lamtentation of Eve after the fall. George Frederic Watts (1817-1904)
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Eve watch her reflection. Jules Richomme (1818-1903)
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The Fall of Adam and Eve. Alexandre Cabanel (1823-1889)
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Eve after the Fall. Alexandre Cabanel (1823-1889)
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Adam and Eve after the fall. Hans Heyerdahl (1825-1900)
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Eve after the Fall. Johann Koler (1826-1899)
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Eve. Gustave Moreau (1826-1898)
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Eve tempted by the Serpent. John Roddam Spencer (1829-1908)
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Eve tempted by the Serpent. John Roddam Spencer (1829-1908)
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Eve tempted by the Serpent. John Roddam Spencer (1829-1908)
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Formation of Eve. Gustave Doré (1832-1885)
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Adam and Eve in the Paradise. Gustave Doré (1832-1885)
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 The Archangel Miguel with Adam and Eve. Gustave Doré (1832-1885)
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First approach of the Serpent to Adam and Eve. Gustave Doré (1832-1885)
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Eve tempted by the Serpent. Gustave Doré (1832-1885)
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Eve offers Adam the forbidden fruit  Gustave Doré (1832-1885)
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Adam and Eve hear the Voice of God.  Gustave Doré (1832-1885)
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Adam and Eve watches the Ángel.  Gustave Doré (1832-1885)
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The Ángel expulses to Adam and Eve of Paradise. Gustave Doré (1832-1885)
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Adam and Eve out of Paradise. Gustave Doré (1832-1885)
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Adam and Eve in the Paradise. James-Jacques Tissot (1836-1902)
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Adam and Eve tempted by the Serpent. James-Jacques Tissot (1836-1902)
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Eve show Adam the forbidden fruit. James-Jacques Tissot (1836-1902)
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Adam and Eve after the the fall. James-Jacques Tissot (1836-1902)
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Expulsion from Paradise. James-Jacques Tissot (1836-1902)
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Eve. Jules-Joseph Lefebvre (1836-1911)
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Eve repentant. Valentine Cameron Prinsep (1838-1904)
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Adam and Eve. Paul Gauguin (1843-1903)
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Eve repentant. Anna Lea Merritt (1844-1930)
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Eve. Henri Rousseau (1844-1910)
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 Eve. Thomas Millie Dow (1848-1919)
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 Adam tempted by Eve. Gustave-Claude-Etienne Courtois (1852-1923)
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 Adam and Eve after the Fall. Lothar von Seebach (1853-1930)
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 Adam tempted by Eve. William Strang (1859-1921)
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Adam tempted by Eve. William Strang (1859-1921)
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  Adam and Eve. William Strang (1859-1921)
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Creation of Eve. Solomon Joseph Solomon (1860-1927)
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Adam tempted by Eve. Julius Paulsen (1860-1940)
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The temptation of Adam and Eve. Salvador Viniegra (1862-1915)
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 Adam and Eve. Gustav Klimt (1862-1918)
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Adam and Eve. Mikhail Nesterov (1862-1942)
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Adam and Eve. Edward Munch (1863-1944)
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 Adam and Eve. Franz von Stuck (1863-1928)
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Adam and Eve. Franz von Stuck (1863-1928)
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Adam and Eve. Franz von Stuck (1863-1928)
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Adam and Eve after the Fall. Franck Eugene (1865-1936)
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Eve and Mary. Ferdinand Max Bredt (1868-1921)
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Adam and Eve. John Liston Byam Shaw (1872-1918)
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Eve. Firmin Baes (1874-1943)
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Adam and Eve. Francis Picabia (1879-1953)
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Adam and Eve. Fernand Leger (1881-1955)
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Adam and Eve. M. Beckmann (1884-1950)
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Adam and Eve. Yuri Annenkov (1889-1974)
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Adam and Eve. Marc Chagall (1887-1985)
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Adam and Eve. Erte (1892-1990)
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Adam and Eve. K. Patkó (1895-1941)
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Adam and Eve in the Paradise.  M.C. Escher (1898-1922)
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Adam tempted by Eve. M.C. Escher (1898-1922)
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Adam and Eve. Tamara de Lempicka (1898-1980)
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Adam and Eve expelled from Paradise. Helio Korzhev (1925-  )
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Adam and Eve in the Paradise. Pavel Popov (1930-  )
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Adam and Eve out of Paradise. Pavel Popov (1930-  )
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Adam Mysticus. Ernst Fuchs (1930-  )
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Adam and Eve under the Tree of Knowledge (color).  Ernst Fuchs (1930-  )
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Adam and Eve under the Tree of Knowledge (b/n). Ernst Fuchs (1930-  )
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Adán y Eva. Fernando Botero (1932-  )
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Eve. Michael Parkes (1944-  )
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Adam and Eve. Joanna Chrobak (1968-  )
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