viernes, 13 de marzo de 2015

El Eterno Femenino en Mahler: Octava Sinfonía en Mi bemol mayor (I)



Todas las cosas transitorias
son sólo parábolas;
aquí la carencia
se tornará derroche;
aquí lo indescriptible
se verá realizado;
el eterno femenino
nos llevará hacia el cielo.

Coro Místico. Escena final del Fausto de Goethe
Parte II de la Sinfonía nº 8 en Mi bemol mayor
Gustav Mahler


Presentación

.....Tras la torrencial cascada de escultórica expresión del Eterno Femenino, toca el turno a la justificación metafísica, psicológica, literaria y melódica del asunto. Y digo bien: metafísica, por cuanto tiene de explicación y/o indagación en el ámbito del ser más allá de la apariencia, de este fenómeno que venimos frecuentando; psicológica, pues que fue y es motivo de sesudos estudios en el ámbito de la psicología, principalmente los realizados por Carl Gustav Jung; literaria, pues que uno de los primeros en utilizar la expresión (si no el primero) no fue otro sino el romántico Johan Wolfgang von Goethe, en su paradigmático Fausto; y melódico, en tanto que sería Gustav Mahler quien realizara la mejor y más sublime plasmación de la obra del insigne escritor alemán nacido en Fráncfort del Meno, que recoge en sí misma las otras tres connotaciones señaladas. No en balde Mahler ya en sus estudios universitarios se acercaría a la filosofía, y más concretamente a la metafísica, frecuentando la compañía (intelectual) de Schopenhauer, Nietzsche, Fechner y Lotze; actitud que conservaría y acentuaría con el paso de los años, impregnando toda su obra musical. 

.....Ley del péndulo (si bien en este caso el periodo previo ha sido inusualmente extenso): a la forma sucede la música; a la visión, el oído; a la emoción suscitada por la tangibles figuras, la provocada por la invisibles ondas melodiosamente sonoras. La elección de esta obra en concreta no ha sido casual, o, mejor dicho, lo ha sido en extremo insospechado, y no sólo casual, sino causal: por cuanto no ha sido una elección consciente mía, sino que ha sido ella, la idea, la obra, quien se ha mostrado a mi imaginación (tomada por ella con alevosía y sin premeditación) en el transcurso de la preparación de los últimos posts sobre la expresión escultórica del Eterno Femenino, las correspondientes a la escultura criselefantina, y más en concreto durante los últimos dedicados a Josef Lorenzl. Lo arduo de la maquetación de las muchas imágenes allí expuestas parecieran haber abierto una brecha en mi mente, en mi libre asociación de ideas (sometida mi atención a la intensa y repetitiva rutina de reconfigurar las imágenes captadas en la extraordinaria página "hickmet"; imágenes cuyo formato original hacía inviable una presentación como la ofrecida), y por esta brecha se coló Mahler (cuando, en realidad, la música que me acompañaba mientras maquetaba, era el barroco que después consignaba en cada post). El cómo se colara, su explicación, soy incapaz de hallarla más allá de un conocimiento inconsciente de dónde se hallaban las raíces de ese Eterno Femenino que con tanto ahínco yo me esforzaba en captar/capturar. Y esas raíces estaban en Mahler, explicitadas en su Ocatva sinfonía, que, como hilo conductor, me condujeron a Goethe y su Fausto, donde se recoge la expresión de marras: Das Ewig Weiblige (El Eterno Femenino, The Eternal Feminine, L'Eternel Féminin).

[Una expresión (Eterno Femenino), por cierto, parece ser, surgida y admitida (sólo) en el ámbito masculino, ya que algunas mujeres (feministas u orgullosa e independientemente femeninas) no admiten esta catalogación (véase Le deuxième sexe, de Simone de Beauvoir, donde la escritora cuestiona y ataca esta visión idealizadora de la mujer, más considerada —según ella— como objeto de veneración o adoración que como sujeto de equitativa consideración —extremo que yo discuto sea así)]

.....Propuesta que se ha propuesto a sí misma a mi conciencia, asaltada de este modo de forma inesperada. ¿O ha sido, quizás, ese inconsciente conocimiento mío el que la ha hecho aflorar? Después de todo es Jung, en su concepción de la psicología analítica, quien dice que el ánima (nuestro alma masculina) no es otra cosa que un campo de batalla donde guerreras amazonas, imágenes arquetípicas del Eterno Femenino, sirven de vínculo entre la consciencia del yo (maquetando imágenes de Josef Lorenzl, si el mío, por ejemplo) y el inconsciente colectivo (donde se hallan todas las variables culturales de la especie), para llegar a alcanzar el sí-mismo, que todo ser es (y cuyo alcance proporciona la posibilidad de acceder directamente a la unión con el Ser Único, ahí donde confluyen todos los seres que en el mundo han sido, son y serán).
.....Comenzó de forma insidiosa, y fueron precisamente acordes de esta Octava sinfonía, las que se colaban entre los reiterados compases barrocos que constituían mi banda sonora en esos mecánicos momentos (de rutinaria maquetación de imágenes). Al final la proliferación de esa insidiosa, bendita, infección melódica, alcanzó entidad de sonora septicemia que se acabaría adueñando de mi consciencia por completo. Al cabo, no tuve otra alternativa sino, presa de altísima fiebre, buscar el refrescante consuelo de mis ya antiguas listas de reproducción de Mahler, por intentar desentrañar el mensaje codificado que de modo insistente se obstinaba en hacerse presente. Un repaso a la integral de las sinfonías mahlerianas me hizo detenerme en la Octava, no sin un desvío por la Segunda (denominada Resurrección por incluir el poema de mismo título de Klopstock, musicalizado en forma coral), la cual reclamó mi atención. En efecto, en ese sublime y soberbio final de la Segunda se hallaba el germen de lo que años después fraguaría en la aún más sublime y soberbia Octava: el nexo de unión entre una y otra es incuestionable, incluso en su temática: la esperanzadora Resurrección —en la Segunda— propiciada por la Redención mediante el amor (a su vez) debida al Eterno Femenino —en la Octava.
.....Y esta es la azarosa y extraña génesis de la presente propuesta.
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.....Serán dos los posts destinados al tema. En este primero irá una introducción a la figura del compositor, su biografía cronológica y su obra, y una notas sobre la gestación de la Octava Sinfonía; todo ello con el objeto de situar la ocasión. Se adjuntará así mismo una lista de reproducción con una selección de los mejores archivos sonoros disponibles en YouTube (Gustav Mahler: Sinfonía No 8, para escuchar) y un catálogo de imágenes alusivas al Eterno Femenino.
.....El segundo post está dedicado enteramente a la Octava, su estudio en relación al Eterno Femenino, su texto y las mejores representaciones videográficas disponibles en el tube (Gustav Mahler: Sinfonía No 8, para ver).

.....[Aunque, como no podía ser de otra manera, tratándose de un genio y de una obra capitales para entender la música del siglo XX, esta restringida propuesta (al concreto tema del Eterno Femenino) no podía sino ser preámbulo de un más intenso y extenso tratamiento de este polémico músico que se empeñó en llevar su vida a su obra hasta el punto de hacerla inseparable. Tras esta presente propuesta en dos actos, pues, vendrá una más analítica y crítica de la vida y obra, in extenso, de Gustav Mahler. Allí será la crítica, pero también la poesía; allí será la exégesis y la cita, pero también la proposición sonora; allí hablarán quienes lo conocieron y lo trataron, pero también quienes, sin conocerlo personalmente, han sido impactados por su genial personalidad y lo han contado; allí, en fin, se reivindicará una figura que, si no colosal (como lo fueran aquellos que él admiró: Beethoven, Mozart, Wagner —imagino que también Bach, aunque a éste, la falta de perspectiva dramática en su , por otra parte, inconmensurable obra, le restara interés al director de ópera —y, probablemente, de orquesta— más grande que el mundo ha conocido), que si no colosal, decía, sí brilla con luz singularísima y tozudamente moderna, inextinguible, a través del tiempo.]




Munich, Neue Musik Festhalle. Final reherseal of the world premier of Mahler's Eight Symphony


Acercamiento a Mahler y su Octava Sinfonía

(I)

Primer contacto
.....Mi conocimiento de Mahler se produjo al inicio de mi interés por la música clásica, finalizando mi infancia y apuntándose ya mi adolescencia. Al tiempo que educaba mi oído estableciendo las lógicas afinidades con la música pop de mi época, comencé a escuchar unos vinilos de mi hermano mayor que contenían obras de Tchaikovsky (la Obertura 1812, las suites del Lago de los Cisnes y Cascanueces), Beethoven (Obertura Leonora, 3ª Sinfonía "Heroica", 6ª Sinfonía "Pastoral"), Liszt (czardas, Rapsodia Húngara) y un tal Mahler (1ª Sinfonía "Titán" y 5ª Sinfonía), siendo los primeros compositores de música culta a los que accedí. Eran los tiempos en que durante la Semana de Pasión, es decir, entre Jueves Santo y Domingo de Resurrección, en España aún no se oía otra cosa (ni se permitía) que marchas militares (acompañando las procesiones) y música clásica (en conciertos sacros y, sobre todo, llenando toda la parrilla radiofónica, salvo los obligados y periódicos espacios reservados al Parte, claro). En aquellas primeras audiciones el más melódico Tchaikovsky y el más folclórico Liszt se instalaron fácilmente en mis preferencias, seguido de un Beethoven del que todo el mundo decía era el más grande; la Titán de Mahler también me cautivó, no así la 5ª en su conjunto, salvo su adagieto que ya entonces me pareció tremendamente sensible y emocionante.

.....Mi familiaridad con Mahler, por tanto, es temprana, aunque debiera esperar aún muchos años para poder apreciar y disfrutar in extenso el resto de su obra. La película Muerte en Venecia, de Luchino Visconti, ya en lo postrero de mi adolescencia, vista en una sala de cine de las llamadas de Arte y Ensayo (eran tiempos de estudios universitarios), me volvería a colocar a Mahler en el centro de mi espíritu eminentemente romántico. Pero no ha sido sino recientemente, con la llegada de internet y las enormes posibilidades de disponibilidad que ofrece, que he podido acceder a la integridad tanto de la obra sinfónica como de la coral de este epígono del romanticismo musical que es Gustav Mahler.
.....La Octava Sinfonía la escuché por primera vez hace un par de años (al igual que, de un modo íntegro y atento, la Segunda, la Tercera, la Cuarta, la Sexta, la Novena y la inacabada Décima). Ya entonces fue una gozosa revelación que me conmovió profundamente. Ahora dos años después, habiéndola escuchado con mayor detenimiento y vigilante atención, no sólo me he reafirmado en las sensaciones experimentadas entonces, sino que éstas se han agudizado. No dejo de maravillarme cómo el genio de un hombre sometido a la servidumbre de un trabajo que requiere unas especiales dotes analíticas y de gestión, por muy artístico que sea (Mahler fue toda su vida un meticuloso, perfeccionista y reconocido Director de Orquesta y de Ópera, además de compositor), puede concebir una obra tan original, puede tener un sonido tan personal, puede ser tan distintivo. Por más que no sea difícil, para el oído entrenado, descubrir aquí y allá, las influencias de Wagner o Bruckner, en un compositor/director que los admiraba y los representaba en escena o en concierto como nadie, éstas influencias están inmersas en un tejido tan singular y propio que no pueden sentirse si no como homenajes a aquellos insignes predecesores, más que como empréstitos creativos. 



Mahler: cronología biográfica
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Año
Vida
Obra

1860
Nace Gustav Mahler en Kalischt, Bohemia (entonces perteneciente al Imperio Austrohúngaro), en el seno de una familia judía de origen humilde. Pronto se trasladan a Jihlava (Moravia), donde Mahler pasa su infancia.


Dias de Estudiante
1865-1874
Comienza sus estudios pianísticos. Considerado niño prodigio. Primeras composiciones (destruidas): lied, polka, marcha fúnebre.
1875-1878
Conservatorio de Viena. Estudios con Epstein, Fuchs y Krenn.
Universidad de Viena. Estudios de Historia, Filosofía y Estética.
Sonata para violín y piano (destruida).
Reducción para piano de la 3ª Sinfonía de Bruckner (con Kryzonowski).
Estreno del Quinteto.
Comienza Das Klagende Lied
Primeros años -Primer Periodo
1880
Director de operetas en Bad Hall. Finaliza Das Klagende Lied (primera versión)
1881
Director en Lubiana.

1882


Lieder und Gësange, Vol I
1883
Director de ópera en Olomunc (Moravia). Comienza Lieder eines fahrenden Gesellen
1885
Segundo director del Teatro Alemán de Praga. Finaliza Lieder eines fahrenden Gesellen
1886
Segundo director en el Neues Stadttheater de Leipzig, con Arthur Nikisch.

1888
Enfermedad y primera intervención quirúrgica.
El 8 de octubre: director del Teatro Real de Budapest.
Finaliza la Primera Sinfonía
Época de Budapest y Hamburgo - Primer periodo
1889
Estreno de la Primera Sinfonía en Budapest, el 20 de abril.

1890-1891
Enfermedad, convalecencia. Viaje por Italia.
1 de abril, director de la Ópera de Hamburgo.
Finaliza Lieder und Gësange, Vols II y III
1892
Dirige la Primera Sinfonía en Hamburgo y Berlin.
Dirección de óperas de Wagner en el Drury Lane, Londres.
Bruno Walter, maestro de coro.
Publicación de Lieder und Gësange
1893
Largas conversaciones con Brahms durante las vacaciones de verano.

1894


Finaliza la Segunda Sinfonía
Titula “Titán” a la Primera Sinfonía
1895
Dirige en Berlín el estreno de la Segunda Sinfonía
Primeras llamadas de Viena, por influencia de Brahms


1896
Dirige en Berlín Lieder eines fahrenden Gesellen.
Nikisch y Weintgarner dirigen Mahler.
Residencia veraniega en Steinbach, dodne compone.
Termina la Tercera Sinfonía


1897
Primera excursión por Rusia. Conversión “oficial” al catolicismo. Director de la Hofoper (Ópera de Viena).

Época de Viena - Periodo Medio
1898
Sucede a Hans Richter en la dirección de la Filarmónica (de Viena).
Revolución total en la Ópera de Viena
Versión definitiva de Das Klagende Lied
1899
Traslada el lugar de residencia veraniega , y de composición, a Maiernigg, Carintia. Comienza la Cuarta Sinfonía
1900
Dirige cinco conciertos en París con la Filarmónica, con poco éxito de público. Finaliza la Cuarta Sinfonía.
Comienza los Kindertotenlieder
1901
Bruno Walter, segundo director. Grave enfermedad.
Estreno en Munich de la Cuarta Sinfonía.
Conoce a Alma María Schindler
Primeros esbozos de la Quinta Sinfonía
1902
9 de marzo, boda con Alma María Schindler.
Estreno el 9 de junio, en Krefled, de la Tercera Sinfonía.
Nacimiento de Ana María. Segundo viaje a Rusia
Termina la Quinta Sinfonía
1903
Revolución escénica en la Hofoper con la colaboración de Roller. Éxito como director en el Concertgebouw de Amsterdam, de Mengelberg, Comienza la Sexta Sinfonía
1904
Nacimientod e Ana Giustina.
Estreno de la Quinta Sinfonía, en Colonia
Termina la Sexta Sinfonía.
Comienza la Séptima Sinfonía.
Termina los Kindertotenlieder.
1905
Agrias polémicas co motivo de la revolución escénica, campaña antisemita.
Amistad con Zemlinsky y Schönberg.
Publicación en Viena de las series de Lieder
Termina la Séptima Sinfonía.
1906
27 de mayo, estreno de la Sexta Sinfonía, en Essen Comienza la Octava Sinfonía
1907
Concierto en Roma
Muerte de su hija mayor Anna María.
Diagnosticada la cardiopatía.
Comienzan las conversaciones con Nueva York.
15 de septiembre, despedida de la Hofoper
Salida para América, el 9 de diciembre
Termina la Octava Sinfonía
Últimos Años - Periodo Final
1908
Óperas y conciertos en Nueva York, Boston y Filadelfia.
Compromiso con el Metropolitan.
Estreno en Praga de la Séptima Sinfonía
Termina en verano Das Lied von der Erde (La canción de la tierra).
1909
Desde su labor en el Metropolitan forma la Filarmónica de Nueva York, de la que es su primer Director. Conciertos en América. Termina la Novena Sinfonía,
1910
Crisis matrimonial (Alma se enamora de Walter Gropius)
Visita y famoso dictamen de Freud.
12 de octubre, estreno de la Octava Sinfonía, en Munich.
Dirige en París la Segunda Sinfonía. Encuentro con Debussy y Dukas.
De otoño a primavera sesenta y cinco conciertos en América.
Comienzo de la Décima Sinfonía, de la que sólo consigue componer el adagio.
1911
26 de febrero: último concierto.
Gravísima crisis cardiaca. Vuelta a Europa, hospitalización en París. Viaje a Viena para morir, el 18 de mayo.
20 de noviembre: Bruno Walter estrena en Munich Das Lied von der Erde (El canto de la tierra)





El Mahler compositor

.....Dos son las facetas sobresalientes del Mahler compositor: la sinfónica y la coral. Diez sinfonías —cuatro de ellas parcial o íntegramente vocales— y varios ciclos de Lied y canciones componen casi la totalidad de su obra. En las dos facetas es sobresaliente, si bien es en la sinfónica donde Mahler destaca popularmente (si bien habría que precisar que el ciclo póstumo Das Lied van der Erde, La Canción de la Tierra, en un principio estuvo concebida como sinfonía coral).
.....Es curioso observar que la labor compositiva de Mahler, dada su proverbial dedicación al trabajo como director, tanto orquestal como operístico, se realizó casi exclusivamente en los periodos vacacionales de verano. Tanto en su etapa de Hamburgo (en Steinbach am Attersee, a orillas del lago Atter), como en la de Viena (en Maiernigg, frente al lago Wörthersee, en Carintia), la tarea compositiva la realizaba en cabañas construidas ex profeso para ello, anejas a la residencia principal.

Mahler´s Komponierhäuschen in Steinbach (left) and Maiernigg (right)

.....Retirado así de las ocupaciones y distracciones mundanas, sumergido en medio de la naturaleza, donde se sentía a sus anchas, y donde, si hemos de creer a Bruno Walter (discípulo aventajado suyo en el ámbito de la dirección orquestal, quien estaría seis años al lado del maestro), dando la sensación de ser lo más parecido a un fauno, al sentirse en íntima, gozosa e inspiradora comunión con el entorno, se dedicaba en cuerpo y alma a componer. Con la precisión de un metrónomo, desde su etapa hamburguesa hasta su salida de la Hofoper, cada verano componía una pieza (sinfonía o ciclo de lied), de la que realizaría la orquestación en los meses siguientes, durante el poco tiempo libre que le dejaban sus obligaciones laborales (según el mismo Bruno Walter, que tan bien lo conoció, ese tiempo libre eran dos horas, por la mañana temprano, tiempo robado al sueño).
.....Otra curiosidad para neófitos la constituye el hecho de que existió una notable diferencia de acogida al Mahler director de orquesta y de ópera, y al Mahler compositor. Como director tuvo una popularidad y reconocimiento crítico innegables, muy superior al que obtendría como compositor, mucho más discutido y polémico. Bruno Walter cuenta en su biografía sobre el maestro, que las divergencias estaban tan enconadas que a veces en la misma sala de conciertos, tras el estreno de una determinada sinfonía, los entusiastas partidarios y furibundos detractores llegaban a las manos (sucedió, por ejemplo en el estreno de la Cuarta, en el Musikvereinsaal de Viena —lugar donde, por cierto, tienen lugar los celebrados Conciertos de Año Nuevo). En realidad podría decirse que únicamente obtuvo un unánime éxito y reconocimiento en el estreno de su Octava, en Munich. Un éxito compartido por un público no sólo exigente, sino muy selecto, pues allí se dieron cita personajes como los escritores Thomas Mann y Stefan Zweig; los compositores Ricahrd Strauss, Arnold Schönberg y Sigfried Wagner (hijo de Richard y director del Festival de Bayreuth); o los directores de orquesta Bruno Walter, Willem Mengelberg y William Ritter. De todas formas ese merecido y meritorio éxito inaugural se convertiría posteriormente en polémica entre quienes la consideran una obra cumbre y quienes la ven como una obra no del todo conseguida (y quienes esto dicen se decantan antes por otras sinfonías más contestadas en su momento —entre ellos Adorno o el mismo Schönberg).




Gustav y Alma Schindler-Mahler

La Octava y el Eterno Femenino

....1907 fue un año bastante aciago en lo personal para Gustav Mahler: su hija mayor, Anna María, muere de escarlatina; su mujer, Alma se deprime; y se le detecta una grave cardiopatía. En lo profesional, en cambio, obtiene una de cal y otra de arena. La de arena es que su posición a cargo de la Ópera de Viena se hace insoportable: la severa gestión de personal —que no para en mientes de divismos ni preeminencias adquiridas— y su exigente y revolucionaria manera de escenificar las obras, que tanto reconocimiento le granjean entre el público y la crítica, acaban por provocar casi una rebelión entre los profesionales de la prestigiosa institución; los ataques antisemitas se suceden (aún faltan más veinticinco años para que el Partido Nacionalsocialista de Hitler alcance el poder); por lo que considera la alternativa dolorosa de dejar el sacrosanto sancta sanctorum del arte musical europeo: su querido Hofoper.
.....La de cal viene de la mano del estreno en Munich de su Octava Sinfonía en Mi bemol mayor, obra que según su propio criterio es algo así como la culminación de todo lo hecho hasta ese momento. También es su apuesta más personal y metafísica, más íntima e intimista; la más ligada a su biografía interior, a su romanticismo irredento, a su amor por su esposa, Alma, y a la inquietud ante la muerte (siempre presente en su obra, por cierto, desde que sufriera de niño la muerte de su hermano), inquietud que no obstante le impulsa a buscar un consuelo, una esperanza, que halla, precisamente, en la redención mediante el amor. 

.....La idea de la Octava le asalta el primer día de vacaciones de 1906, en que, capturado por el espíritu creativo, topa con el Veni Creator Spiritus, himno latino de invocación al Espíritu Santo, datado en el siglo IX, y cuyo texto se atribuye a Rabanus Maurus (monje benedictino nacido en Maguncia; fue escritor, filósofo y teólogo). Según sus misma palabras: "Vi la pieza entera inmediatamente ante mis ojos y sólo tuve que escribirla como si me fuese dictada". 
.....Pero en un  principio Mahler concibe la obra no enteramente coral, sino siguiendo el esquema clásico en cuatro movimientos. Lo que sí tiene claro es el tema o discurso narrativo: la redención mediante el amor, la salvación mediante el amor. Baraja varios textos para dotar de partes vocales a la futura sinfonía (como ya hiciera con la Segunda, Tercera y Cuarta), pero al final descarta esta opción para optar por un enfoque totalmente original: otra revelación le conduce al Fausto de Goethe, y más concretamente a la parte final de la quinta escena de su Segunda Parte. Sobre ese texto compondrá la Segunda Parte de la sinfonía, que tendrá forma de oratorio o cantata. La Primera Parte, en forma de himno, estará compuesta por el Veni Creator Spiritus
.....Según cuenta la propia Alma Mahler, en sus memorias, el compositor comenzó a componer la música del Veni Creator sin aún tener en su poder el texto exacto. Cuando éste llegó comprobaron cómo el texto encajaba perfectamente en la música compuesta. Apenas sí se tuvieron que hacer arreglos menores para ajustarlo perfectamente.
.....En un principio dedicado a la nación alemana, al final cambiaría la dedicatoria con un personal e íntimo: "A mi querida mujer, Alma María". No de otro modo más adecuado podría ser dedicada una obra en torno al Eterno Femenino.
.....Como la vida está llena de estas contradicciones, no deja de ser tremendamente irónico que el año del estreno de la sinfonía dedicada al Eterno Femenino (1910), fuera el de la crisis matrimonial debida a la infidelidad de Alma.

.....Es muy posible que Mahler sea uno de esos casos en que una pasión inagotable e intensa es vertida en una obra que es así reflejo de esa pasión, mientras que el hombre/la mujer de carne y hueso no la expresa en equivalente proporción. Y yo añado... porque es imposible: sería una contradicción: es la imposibilidad para expresar esa pasión convencional y materialmente (porque, en última instancia, no puede expresarse lo inefable de lo experimentado ardorosamente como misterio) la que implica que se vuelque y vierta (¿que se sublime?) en obra.
.....Lo dice Federico Sopeña en su Introducción a Mahler (después recogido en reedición en sus Estudios sobre Mahler): "Maler, cuarentón, se enamora como adolescente de la mujer más bella, más interesante, más culta... y más carnal de su mundo: Alma María Schindler; primero de Mahler, luego de Gropius, luego de Werfel y siempre amada de Kokoschka, ¡qué destino! Y Mahler es pobre de entrega, pobre o como distraído sexualmente (ridículo ahí, no, no; pero sí de una alucinante pobreza, como creyéndose padre de hijos que morirán pronto) y demasiado lleno de su obra para entender la de su mujer como superior al servicio ciego de la suya".
.....Sentimiento del Eterno Femenino experimentado como Moisés la Tierra Prometida: sabiendo de su importancia, de su existencia y de su regalo... mas no para él. Entre los dedos de hueso, tendón y piel se le iría el amor de Alma, mientras trataba —y lo conseguía— asirlo a manos llenas, en su versión mayestática, genérica y esencial, para verterlo en su obra. Fue su objetivo y su testamento, remachado vocalmente de forma sublime en su Das Lieder von der Erde, y musicalmente en su conmovedora Novena: el hombre ante su destino, su muerte aceptada, más capaz de despedirse dejando estelas de una sublime belleza en su tránsito.





Archivos sonoros

Octava Sinfonía en Mi bemol mayor de Gustav Mahler
(1907. Estreno: 12 de Octubre de 1910, Múnich)

Se ofrecen ocho propuestas, atendiendo al orden cronológico de grabación. Cabría hacer tres grupos con ellas: un primer grupo compuesto por las tres primeras, afín en tempo y estilo, quizás las más dramáticas; un segundo grupo que aglutinaría las versiones de Solti y Tenstedt, las más brillantes; y un tercer grupo que incluiría las dos últimas, posiblemente las menos líricas.
Cabe destacar, por su excelente sonido y por añadir además la partitura de modo sincronizado a la interpretación, la versión de Geog Solti con la Sinfónica de Chicago.
La de Mitropoulos puede ser la más dispar (una entrada del Veni Creator menos exuberante, con tempo más lento, que las demás).

Herman Scherchen  VPO (Wiener Philarmoniker), 1951
Jaschca Horenstein LSO (London Symphony Orchestra), 1959
Dimitri Mitropoulos VPO (Wiener Philarmoniker), 1960
Georg Solti CSO (Chicago Symphony Orchestra), 1971
(esta versión de Solti con la partitura simultánea en pantalla)
Klaus Tenstedt LPO (London Philarmonic Orchestra), 1986
Christian Thielemann MPO (Munchener Philarmoniker), 2010
Leif Segerstam DNRSO (Danish National Radio Symphony Orchestra), 2013







GALERÍA

Acerca del Eterno Femenino
Arcanismos, Jung (Eva, Helena, María y Sofía), Fausto y la libre asociación

Ishtar/Innana (Babilonic relief, 19th-18th BC)
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Isis (664-525 BC)
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Isis, black and white marble (Roma, 2nd  BC)
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Isis holding a sistrum and an oinochoe (117-138 BC)
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Sphinx - Franz von Stuck
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Adán, Eva (y Lilith?). Miguel Ángel Buonarrotti
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Eve. Lucas Cranach the Elder
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The Man, the Woman and the Serpent - John Liston Byam Shaw
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Lilith. 1892. John Collier
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Helen of Troy. Dante Gabriel Rossetti
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Helen of Troy. Dante Gabriel Rossetti
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Helen of Troy. Frederick Sandys
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Helen of Troy. Edward Poynter
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Helen of Troy. Gustave Moureau
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Helen of Troy on the Walls. Gustave Moureau
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Helen and Menelaos. Johann Heinrich Wilhelm Tichsbein
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Paris and Helen of Troy. Jacques-Louis David
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Helen and Paris. 1791. Jean-Jacques-François Lebarbier
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Venus giving Helen to Paris. 1784. Gavin Hamilton
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Paris and Helen. Jacopo Guarana
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The Abduction of Helen. Guido Reni
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Paris and Helen. Charles Meynier
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Paris and Helen of Troy (detail). French 18th-19th century
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Helen of Troy. Alexey Golovin
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Helen Oddyssey (constructing). Eleanor Antin
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Inmaculada Concepción. 1660-65. Bartolomé Esteban Murillo
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Inmaculada Concepción. 1678. Bartolomé Esteban Murillo
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Inmaculada Concepción. Bartolomé Esteban Murillo
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Inmaculada Concepción. Bartolomé Esteban Murillo
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Immaculate Conception. Tiepolo
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Virgin Mary, Jesus and John. William-Adolphe Bouguereau
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Madonna and Child. William Adolphe Bouguereau
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Virgin and Child. Gerard David
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Virgin and Child in a Landscape. 1492-98. Master of the Embroidered Foliage
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Madonna and Child (The Madonna of the Yarnwinder). Leonardo da Vinci
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Madonna and Child (Madonna Litta). Leonardo da Vinci
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Madonna and Child. Raphael
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Madonna del Prato. Raphael
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The Aldobrandini Madonna. Raphael
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The Asumption of the Virgin. Nicolas Poussin
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Madonna. Edvard Munch
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Alma Parens. William Adolphe Bouguereau
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La Nascita di Venere. 1483-1485. Sandro Botticelli
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Vénus et Minerve. 1794. Laurent Pécheux
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La Naissance de Venus, 1863. Alexandre Cabanel
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La Naissance de Venus, 1879. William Adolphe Bouguereau
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Tanhauser and Venus, 1873. Otto Knille
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The Pearls of Aphrodite. 1907. Herbert James Draper
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La Vision de Fausto. Ricardo Falero
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The Unicorns. Gustave Moreau
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 The Eternal Feminine. Paul Cézanne
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La Autopsia (...Y tenía corazón). Enrique Simonet Lombardo
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El Anatomista. Enrique Simonet Lombardo
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