Riberas nemorosas
...Temblorosas, lánguidas, tímidas, las hojas del álamo, del sauce, del aliso, observan con ojos prestados por un sol esquivo, por una luna fugaz, las muestras de amor que se desarrollan bajo la sombra protectora y el manto encubridor de su adensado cónclave. Desde allí, con leve temblor, roce de brisa, excitan su imaginación vegetativa contemplando complacidas el pormenor de los abrazos, de los besos, de las caricias, de aquellos cuerpos dinámicos que sobre el mullido lecho convierten su humana palidez en ruborizado arrebato. Desde allí, desde esa su situación privilegiada de voyeurs imperceptibles, parte de un paisaje que nutre de alma, desde su condición de cosas, a esos momentos furtivos regalados al placer, observan, captan y retienen, en su memoria de celulosa surcada por nervudas neuronas leñosas, las imágenes del amor elemental. Y una vez guardadas --la amorosas imágenes entrevistas-- ya por siempre en su ligero seno, desprenderse luego, ellas, de la seguridad de sus ramas en el nostálgico otoño: unas, hasta el suelo donde contarán a la tierra las amorosas aventuras observadas, nutriendo el humus de pasiones excitantes; otras, se darán a las aguas que, viajeras, serán transportadas corriente abajo hasta el remanso, el estanque, el fondo del húmedo lecho, nutriendo las aguas y sus riberas del amor archivado en las mil ardientes imágenes; y aún aquéllas que llevadas por el viento otoñal, en su viaje aéreo, relatarán los observados encuentros de amor al éter, quien, divertido y excitado, se arremolinará arrebatando al suelo la triste hojarasca marchita, elevándola y haciéndola revivir en animadas piruetas volatineras los amores relatados.
...Colchón, la entretejida hierba, los tallos flexibles de las jóvenes espadañas, los huecos juncos tiernos, de los cuerpos entregados al amor; lecho herbáceo sabedor de secretos que sólo él conoce: el peso de un cuerpo excitado; el de un deseo -que es dos- por satisfacer que anhelante se mira y tiembla; el de la fusión de dos cuerpos equívocamente fundidos en un solo alma; el de los codos hincados en fulcro necesario; el de las palmas de las manos continuadas en vergas de una vela tensada hacia el infinito; el de una espalda femenina que abraza a otra masculina -o femenina-; el de una espalda sobre la que se alza, a horcajadas, la bien ensamblada dicha; el de un culo tremolante y juguetón, ávido de otro culo en vaivén creciente; el de un espasmo inaudito anunciado a toque de un gemido ancestral y primigenio; el de dos cuerpos que flotan; el de dos que se posan levemente; el de un deseo ya satisfecho en los cuerpos relajados; el de un beso tierno y agradecido; el de un deseo renacido...
Seno de una ribera que es campo mullido de lúbricas batallas, libro donde se escriben tantos encuentros irrepetibles, tantas mismas diferentes historias, tantos semejantes asaltos a las fortalezas donde el placer guarda sus tesoros de brillo intenso pero efímero y fugaz, compendio del arte de amar en la naturaleza primordial: tierra, agua y aire que el fuego del amor reúne en momentos preñados de eternidad. Riberas sembradas de turbación y conquista, de titubeos y hallazgos, de descubrimientos audaces y de vergüenzas perdidas; regadas de sudor afanoso y ruborizado, de viscosos elixires de amor rezumados por la plétora sicalíptica, de lágrimas asombradas y sobrecogidas --pasmo materializado en salobre fluido--, de ansia salpicada de los cuerpos que se escalan, de sueños vertidos de la colmatada dicha satisfecha (o insatisfecha). Riberas acogedoras, riberas hospitalarias, riberas generosas para quien busca en vosotras el contacto con el arcano, con el origen, con el Paraíso Perdido que una vez fue y ya no es, sino recuperado en paréntesis de un tiempo buscado, gozado y detenido en instantes huidizos (si eternos).
Locus amoenus donde recuperar (o hallar) la noción de Ser-con-el-Todo, de Ser-en-el-Uno, que nunca debió perderse. Lugares de dicha desnuda, de dicha franca, de dicha sin prejuicios, sin adornos, sin tapujos, toda voluptuosidad henchida. Lugares donde la posibilidad se engarza a joyas encarnadas, donde brilla con el irisado sudor de mil diamantes, donde luce pura y blanca con el nacarado tornasol de las más bellas y fluidas perlas, donde titila, al compás de corazones desbocados, con la certeza e intensidad de las estrellas inflamadas. Reductos inviolables animados por el continuo de la música líquida de la vecina corriente, exaltados por el excelso trino del ruiseñor, enardecidos por el lascivo arrullo de los palomos en permanente celo, confortados por el suave siseo del viento en el follaje,... sonoridad que expresa la armoniosa sinfonía de fuerzas elementales en feliz serenata para estímulo de los amantes. Escenarios únicos para la danza del amor, umbrosos altares donde se sacrifica el uno en aras del dos en uno, donde lo diverso converge en universo, donde lo separado se reúne, donde lo reunido se funde, donde lo fundido se amalgama en materia preciosa, donde la materia trenzada se hace alma danzarina, donde las almas se derraman extravasándose fuera de sí mismas hasta verterse en el Espíritu, donde el Espíritu se mira al espejo --ese cristal luciente que nunca se detiene buscando su océano de infinito-- y se contempla y se gusta y se desvanece... hasta volverse materia otra vez... mas satisfecha.
-o-o-
GALERÍA
Camille Corot
(1796-1875)
1. Les Paysages
Silene (1838)
.
Diana surpised at her bath (1836)
Une nymphe jouant avec un amour (c 1870)
Nymphes et faunes (1870)
.
Dance of the Nymphs (v 1)
Forêts de Fontainebleau (1830)
.
La Solitude, souvenir de Vigen, Lemosin (1866)
A Shady resting place (1873)
Soulaie à Saint Nicolas, près Arras (1858-60)
.
La Baie de Somme (1855-60)
.
Soulaie avant la fenaison (1835-40)
.
Pâturage dans le marais (Souvenir des environs d'Amiens) (1865-70)
.
La petite vachère au bord de l'eau (environ de Gisons) (1870)
.
Pastorale (1870)
.
Pastorale, detail (1870)
.
Le concert champêtre (1844) (1)
Le Petit Chaville (1823-25)
.
Le chevrer italien, effet de soleil couchant (1847)
Les petits dénicheurs (1873-74)
.
La route de Sin-le-Noble, près de Douai
.
.
Nantes, la Cathedral de la cité vue travers des arbres (1865-1869)
.
Peasants under the Trees at dawn, Morvan (1840-45)
.
Ville d'Avray (1867)
.
St. Quentin des Pres (Oïse), près Gournay-en-Bray
Smyrne, Bournabat (1873)
.
Rocks in Amalfi (1828)
.
Le Colisée vu dès Jardins Farnese à Midi (1826)
.
La Cathédrale de Chartres (1830)
.
L'Avant Port de Rouen ou Le Quai des Marchands de Rouen (1834)
.
-o-o-o-