El cuerpo humano desnudo es el símbolo supremo de la vida.
Norman Lindsay
Una aproximación personal
a la figura de Norman Lindsay
.....Artista en el más amplio y profundo sentido de la palabra, Norman Alfred William Lindsay (1879-1969), concitó en su polifacético genio el talento del excelente dibujante, la abrumadora creatividad del recreador de historias, la insultante facilidad del habilidoso caracterizador, y, por si fuera poco, una infatigable e inagotable imaginación para la composición. Pero no sólo fue artista gráfico, sino que también fue un más que estimable escultor y solvente escritor; y todo ello, facultades todas más ligadas a lo espiritual, compensado por un materialismo combativo que lo llevó a cruzar guantes como talentoso boxeador aficionado.
.....En el terreno gráfico sobresalió en diversos medios: acuarela, aguafuerte y óleo los manejó con maestría, poseyendo una pasmosa capacidad para el dibujo a lápiz, modalidad en la que bosquejaba la mayor parte de todos sus trabajos (derivasen en acuarelas, aguafuertes u óleos); es por este motivo que entre su ingente obra es fácil encontrar duplicado o triplicado un mismo tema, con versiones casi idénticas en los diferentes soportes.
.....Es en la acuarela, no obstante, donde yo personalmente encuentro una maestría poco frecuente. Más utilizada para temas paisajísticos, en Norman Lindsay alcanza una perfección sorprendente e infrecuente en lo figurativo, sobre todo en la recreación del cuerpo humano, en el detallismo y precisión expresiva de las posturas y los gestos. Su facilidad e imaginación es tanta que consigue con el agua y los pigmentos lo que otros apenas logran con el más versátil y manejable óleo.
.....No otra cosa puedo apuntar de la excelencia que atesora en el dibujo. De trazo seguro y preciso, su sentido de la proporción, perspectiva y conocimiento anatómico es absoluto, lo que redunda en una obra, a más de extensa, de gran calidad.
.....Quienes lo conocieron en la década de 1920's refieren una vitalidad y energía creativa enorme: se levantaba temprano y antes del desayuno ya había realizado una acuarela; a mediodía se encerraba en el taller donde trabajaba en los grabados y aguafuertes; por la tarde acometía una escultura de hormigón en el jardín; y por la noche se dedicaba a redactar un nuevo capítulo de la novela que tuviera entre manos. Como descanso modelaba barcos, diseñaba y realizaba sus propios muebles y macetas para el jardín, columnatas romanas o construía ampliaciones de su casa en Faulconbridge.
.....Sin duda era uno de esos seres que se retroalimentan de su propia creatividad: cuanto más crean más vitalidad generan que, a su vez, busca su ansia de perpetuidad en más creación. Seres altamente fecundos y fecundantes, dotados en todos los sentidos del término, dignos hijos de Pan y de su factótum Dionisos. Pareciera que en ellos la vida florece en su más pródiga encarnación, también en la más positiva, la más alegre, la más festiva. Tampoco es de extrañar que en seres así el impulso erótico esté altamente desarrollado: es en el sexo, precisamente, donde la vida más se exalta, y en su goce libre de complejos y barreras donde encuentra su mejor y más genuina versión. Porque, ¿qué es la vida, sino un colmo de promiscuidad del Ser consigo mismo, una eternamente insatisfecha voluntad de la Naturaleza con su ilimitada posibilidad de llegar a ser?.
.....En su obra la constante presencia de aquel mundo clásico, poblado de faunos y ninfas correteando, procesionando, bailando y festejando no hacen sino constatar qué animaba su genio, en qué fuentes hundía las raíces su espíritu. Su virtuosismo para reproducir las formas orgánicas, sobre todo las femeninas, por las que sentía verdadera devoción, muestra bien a las claras ese ímpetu y pulsión vitalista que funda la razón de su existir en el disfrute de lo mejor que la vida ofrece. Y lo erótico está entre ello, pero también lo festivo, el baile, el arte, el teatro, la épica, la mitología, todo aquello que más y mejor exalta la existencia.
.....La delectación que se entrevé en las líneas que delimitan las curvas femeninas de sus dibujos, aguafuertes, acuarelas u óleos; las luces y sombras que revelan los volúmenes tan deseables de esos cuerpos de mujer, siempre voluptuosos, sensuales y generosos; esa facilidad en el justo trazo tras la que se adivina un amor desmedido por lo femenino; la reiterada tendencia orgiástica, la inclinación a la bacanal y el festín de los sentidos; la apuesta permanente e insobornable en su obra por la joie de vivre, la actitud decidida e inmutable en su vida a favor de la gaieté, no hacen sino confirmar que estamos ante una especie de enviado de las más altas instancias creadoras. Enviado por ese impulso, nada ciego, con que la vida se nos muestra de forma continuada, a pesar de nuestros prejuicios, de nuestra limitadas y castrantes moralinas, de nuestra mirada miope y temerosa. Ese impulso que no busca otra cosa que prevalecer, que no pretende sino eternizarse en el ensayo perpetuo, que no es más que el reflejo de la voluntad de una Naturaleza infinita recreando, para mayor gloria de su unicidad, las partes de su todo.
.....Norman Lindsay es, desde la perspectiva metafísica, una genial parte recreando su todo, un todo que le viene dictado, susurrado, sugerido, por el todo al que, a su vez, pertenece: la misma Naturaleza que nos contiene a todos, que contiene todo. Esa naturaleza que encuentra —a través de lo humano—, en la mujer su más acabada expresión: el ser que genera en su seno la nueva posibilidad, que con su sonrisa ilumina el alma y fecunda la imaginación del hombre, que es esperanza y objetivo de satisfacción, que es portadora del surco y la sementera, que es tierra donde la semilla germina y fructifica, y que es, sobre todo, promesa de eternidad desde lo efímero del encuentro. ¿No nos muestra hasta la (nunca) saciedad este genial fauno que en la mirada de sus ninfas/modelos rutila el brillo de lo eterno? ¿que en la deslumbrante blancura o en la rotunda negritud de sus desnudos femeninos late con fuerza el mismo corazón de la existencia?
.....Idealiza los cuerpos, este demiurgo de la imagen, mostrando en su plenitud la más rotunda realidad. A través de sus manos, desde sus ojos y su imaginación, la realidad más feliz y generosa de los cuerpos se prolonga en el papel, en el lienzo, en la placa, en la piedra o el metal. En una especie de gratificante confluencia lo imaginado, lo deseado y lo presentido se dan cita con lo real, y así surgen esos cuerpos esplendorosos desde la normalidad más voluptuosa. Vecina de la generosidad sin complejos del deseo inmaculado, la de la curva y sensual geometría femenina aparece plena de naturalidad en su obra.
.....Es el suyo un amor por la figura nunca satisfecho lo que le hace ensayar una y mil veces la captura del instante de los cuerpos. En cada gesto una posibilidad retenida, en cada trazo un momento aprehendido, en cada composición, en cada escena, en cada perspectiva, en cada alusión, el afán por poseer y fecundar la historia, por dejar constancia —remedo de eternidad— de la conexión entre la mirada y el objeto mirado, entre el deseo y la idea de la cual surge, entre los cuerpos y las emociones que suscitan.
.....Enamorado del amor, embelesado por el éxtasis que la belleza procura, va Lindsay detrás de ella como un fauno tras la juguetona y esquiva ninfa. Habitante del bosque intemporal de su imaginación —fontana de la que brota a borbotones su creatividad—, vive el artista en el mundo, en el de todos, pero con otra sensibilidad que le hace experimentarlo a otro nivel, con otras referencias. Donde su contemporáneos veían obscenidad y pornografía, él no hacía sino reflejar una realidad soterrada y reprimida, pero tan natural y real como pudo serlo la vida en el paraíso (esa misma que otros han perseguido allá donde lo natural latía con fuerza y sin sesgadas interpretaciones moralizantes —Gauguin, sin ir más lejos). La inocencia de tal perspectiva nos sale al paso de forma patente en toda su obra. Su homenaje constante a lo arcádico es una declaración de intenciones. La violencia está casi ausente en su trabajo. Por contra, la alegría nos asalta a cada paso y nos contagia, nos contamina con su jubiloso veneno, nos hace cómplices de su intención, haciéndola nuestra.
.....Exaltación, sí, de la vida la que Norman Lindsay proyecta con toda la fuerza de un surtidor a través de toda su ingente obra.
LA OBRA
aquí consignada
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.....Difícil es catalogar una obra tan extensa y diversa; más difícil aún es reunirla en un único espacio. Siendo consciente de ello, me he limitado a recopilar todas aquellas realizaciones que cumplieran los requisitos mínimos exigidos en cuanto a la calidad de la reproducción disponible en la red, un tamaño suficiente para ofrecer una buena definición y, ante todo, su belleza, originalidad e interés. Con todo, más de 100 óleos —excluidos los que he catalogado como Mujer al desnudo, que suman 150, entre acuarelas y óleos—, más de 200 acuarelas, casi 300 aguafuertes y grabados, y más de 100 dibujos a lápiz. Esto da una idea de la concienzuda labor llevada a cabo a la hora de seleccionar, en las muy diversas fuentes consultadas, las obras que cumplieran los exigentes criterios que este blog se ha marcado desde sus inicios en cuanto a la oferta gráfica incluida en sus entradas.
.....Todo este material se ofrecerá, como es lógico, en diversas entregas. Cinco, para ser precisos:
1. Óleos (120 obras).
2. Mujer al desnudo (óleos y acuarelas, 140 obras).
3. Acuarelas (200 obras).
4. Aguafuertes y grabados (250 obras).
5. Dibujos a lápiz (120 obras).
.....Hay que tener en cuenta que Lindsay, además de pintor, fue un prolífico ilustrador (incluso más prestigioso y reconocido aún en esta faceta que en la de pintor serio). Dedicó gran parte de su esfuerzo creativo a ilustrar clásicos de la literatura universal, entre ellos: El Satiricón de Petronio (1910), Lisistrata y La asamblea de las mujeres de Aristófanes, El Anticristo de Nietzsche; o colecciones de dibujos y aguafuertes dedicados a personajes históricos y legendarios: Homenaje a Safo, Propercio enamorado, Satyrs and Sunlight (Sátiros a la luz del sol) y The Lone Hand (La mano solitaria), entre otras. Aquí se ofrecen dos de estas colecciones de ilustraciones, las del Homenaje a Safo y Lisistrata.
.....De cinco entradas constará pues la serie. Entradas que se verán complementadas por textos alusivos, bien al artista (como esta primera), bien a los temas o protagonistas motivo de las obras, bien al estilo formal y expresivo y el espíritu que anima tanto el enfoque estilístico como temático; o bien por ficciones centradas en la vida y la obra de Norman Lindsay (esos intersticios que toda biografía deja, y que la simple cronología de los hechos aparentes difícilmente puede explicar en su integridad, al existir en toda acción humana un componente de ignota subjetividad que raramente aflora a la realidad).
.....En ÓLEOS (primera parte de la obra de Lindsay que se incluye en este primer post de la serie) nos encontraremos con la diversidad temática que el artista prodiga en toda su obra, sea cual sea el estilo y formato empleado, preferentemente inclinada hacia lo mitológico, la aventura (el mundo de los piratas y bucaneros está especialmente tratado), lo alegórico, lo histórico —preferentemente la era Moderna, época de luchas religiosas, de armaduras, de sacas, de celebración de la muerte y exaltación de la vida—, y lo teatral. Especialmente aficionado a los escenarios repletos de personajes (bacanales, festivales, grandes reuniones, donde los dioses olímpicos se entremezclan con personajes extemporáneos de otra épocas), en que demuestra sobradamente su maestría para la composición, no desdeña los grupos reducidos (la representación de la mujer en desnudos, adoptando todo tipo de posturas y posados se expondrán en futuros posts), parejas, tríos o cuartetos, en los que la composición se realiza siempre asimétricamente geométrica: el balance formal no se establece a base de la armonía, sino por medio de la tensión de la acción, de la expresión y la perspectiva. Parezca que el artista huya de todo equilibrio. Lector y admirador de Nietzsche, es más que posible que la teoría de éste —en referencia a la lucha de contrarios de Heráclito— sobre el juego de la existencia mantenido entre lo apolíneo (la medida y la contención) y lo dionisíaco (lo desmedido y el exceso), haya influido en su forma de ver y recrear el mundo. En todos sus cuadros notamos ese efecto de la pulsión vital de lo dionisíaco luchando con lo armonioso —lo apolíneo. Lo armónico, parece querernos decir, se alcanza no en lo estático, no en el equilibrio o lo balanceado, sino en lo dinámico, en el desequilibrio constante, en lo que se balancea, que es el reflejo de la vida misma.
.....Fauno él mismo, nos transmite a través de su obra, aquí, en estos óleos, que su mirada natural y naturalista, es inocente, en el sentido de no culpable, de libre de pecado. Nada más alejado del pornógrafo (consciente de su lascivia) que el inocente que contempla la vida sin prejuicios de ningún tipo, del ser que en la desnudez no encuentra motivo para la lujuria sino para el disfrute estético y sensual libre de connotaciones sicalípticas y actitudes obscenas. No es sino la perspectiva arcádica de lo edénico lo que Lindsay nos propone. Una Arcadia que está aquí, entre nosotros, en nuestra existencia, por momentos tan anodina y gris. Es nuestra visión la que falla, no la oportunidad. Es nuestra sensibilidad embotada o desviada, nuestra imaginación cercenada, nuestro ansia de libertad rea de las necesidades, reales o creadas —ficticias—. Lindsay, el artista fauno, parece querernos decir que la vida es mucho más sugerente que lo que nos empeñamos en no ver; más colorida de lo que nuestros anteojos grises nos dejan ver; más estimulante, más atractiva, más venturosa y aventurera de lo que nos atrevemos a admitir. Todo eso está aquí, aludido mediante la analogía mitológica, suscitado a través de la pormenorizada y anecdótica recreación histórica, sugerido alegóricamente, recreado dramáticamente.
.....Buena muestra, esta primera, de lo vario hilvanado a una misma intención: el esplendor de los cuerpos exultantes de vida diciéndonos que lo valioso de la existencia lo tenemos al alcance de la mano, ahí mismo, al otro lado de nosotros, ahí donde nuestros ojos se topan con el otro, ahí donde nuestros sentidos perciben la belleza que conmueve, ahí donde nuestra imaginación es capaz, a partir de la realidad en la que estamos inmersos, de experimentar otra realidad distinta, única, total, ilimitada.
GALERÍA
Norman Lindsay
1879-1969
1
ÓLEOS
Norman Lindsay - Adventure Island
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Norman Lindsay - Adventure Island
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Norman Lindsay - Amazons
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Norman Lindsay - Benediction
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Norman Lindsay - Benediction
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Norman Lindsay - Captured, 1938
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Norman Lindsay - Captured, 1938
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Norman Lindsay - Pirate's Return
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Norman Lindsay - Pirate's Return
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Norman Lindsay - Pirate's Return
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Norman Lindsay - Pirates Reward
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Norman Lindsay - The Smugglers
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Norman Lindsay - Court to Peacocks
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Norman Lindsay - Crete
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Norman Lindsay - Crete
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Norman Lindsay - Don Juan
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Norman Lindsay - Homage to Balzac
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Norman Lindsay - In The Beginning 1941
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Norman Lindsay - In The Beginning 1941
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Norman Lindsay - Isabelle and Orleans 1938
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Norman Lindsay - Isabelle and Orleans 1938
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Norman Lindsay - Ladies for Ransom
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Norman Lindsay - Riders of the Deep
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Norman Lindsay - Spring's Innocence
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Norman Lindsay - Spring's Innocence
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Norman Lindsay - Spring's Innocence
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Norman Lindsay - Spring's Innocence
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Norman Lindsay - The Amazons Arrive, 1940n (Dawn)
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Norman Lindsay - The Amazons Arrive, 1940n (Dawn)
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Norman Lindsay - The Bathers
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Norman Lindsay - The Bathers
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Norman Lindsay - The Diadem
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Norman Lindsay - The Olympians
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Norman Lindsay - The Olympians
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Norman Lindsay - Two Models
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Norman Lindsay - The Prize
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Norman Lindsay - The Prize
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Norman Lindsay - The Sphinx
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Norman Lindsay - The Sphinx's Secret
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Norman Lindsay - The Summit c1940
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Norman Lindsay - The Swim
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Norman Lindsay - To the Festival 1956
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Norman Lindsay - To the Festival 1956
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Norman Lindsay - Untitled (1)
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Norman Lindsay - Untitled (The Lovers)
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Norman Lindsay - Armour and Nudes
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Norman Lindsay - Abundance
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Norman Lindsay - Adventure 1944
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Norman Lindsay - Adventure 1944
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Norman Lindsay - The Art of Dress
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Norman Lindsay - At the Court of Marguerite of Navarre, c. 1920
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Norman Lindsay - At the Court of Marguerite of Navarre, c. 1920
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Norman Lindsay - Carnival
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Norman Lindsay - Court Napping
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Norman Lindsay - Figure Group
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Norman Lindsay - Imperatrix
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Norman Lindsay - Incantation, 1940
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Norman Lindsay - Keepers of the Bull
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Norman Lindsay - Lust
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Norman Lindsay - Summer Reverie
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Norman Lindsay - Summer Reverie
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Norman Lindsay - The Girl with Silver Hair c. 1930
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Norman Lindsay - Study for a Major Painting
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Norman Lindsay - Sisters (War and Peace)
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Norman Lindsay - Pierrot and Arlequin
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Norman Lindsay - Ambuscade
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Norman Lindsay - Nude in Landscape with Rabbits
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Norman Lindsay - Water Nymphs
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Norman Lindsay - River Nymphs
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Norman Lindsay - Midday Swim
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Norman Lindsay - The bathers
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Norman Lindsay - The Captive
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Norman Lindsay - The Emerald Headdress
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Norman Lindsay - The Sultan's Pleasure
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Norman Lindsay - the Conquerors
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Norman Lindsay - the Conquerors
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Norman Lindsay - Race of the Centaurs Circa 1950s
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Norman Lindsay - A Vintage Festival
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Norman Lindsay - Bacchanalia (Processión)
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Norman Lindsay - The Processión
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Norman Lindsay - In the Woods
Norman Lindsay - Sirrocco
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Norman Lindsay - Silenus Finds a Companion, c 1940
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Norman Lindsay - Silenus Finds a Companion, c 1940
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Norman Lindsay - The Party
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Norman Lindsay - The Revellers
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Norman Lindsay - The Sorcerer's Servants 1960
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Norman Lindsay - Buccaneers' Reward
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Norman Lindsay - The Introduction
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Norman Lindsay - The Introduction (2 v)
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Norman Lindsay - The Gay Nineties, c1950
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Norman Lindsay - The Meeting of the Gods
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Norman Lindsay - Screen from the Artist's Studio at 12 Bridge Street, Sydney
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Norman Lindsay - Springwood Fantasy
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Norman Lindsay - Storks and Sirens; Study for Storks and Sirens
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Norman Lindsay - Off to the Brocken 1954
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Norman Lindsay - Pegasus
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Norman Lindsay - The sultan is Indisposed
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Norman Lindsay - Three Felines
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Norman Lindsay - Two Girls, 1925
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Norman Lindsay - Two nudes in the Garden
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Norman Lindsay - Vanquished
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Norman Lindsay - Vanquished
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Norman Lindsay - Woman and Satyr
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Norman Lindsay - Woman and Satyr (detail)
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Norman Lindsay - Indian Fantasy
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Norman Lindsay - Maidens in a Spring Garden
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Norman Lindsay - The Mermaid 1943
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Norman Lindsay - The Rape of the Sabines
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Norman Lindsay - Two nude sisters
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Norman Lindsay - A Summers' day
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Norman Lindsay - The Woman I Am - The Woman I Was - The Woman I Will be (2 v)
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Norman Lindsay - The Woman I Am - The Woman I Was - The Woman I Will be (1 v)
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