Es el genio impulso irrefrenable capaz de florecer en cualquier circunstancia.
No parece sino ser independiente de las condiciones ambientales:
como la más bella flor puede surgir en medio de un muladar
o prosperar en el más abyecto albañal, alzándose erguida sobre el estiércol;
y como el más esbelto junco resistir tempestades y huracanes.
y como el más esbelto junco resistir tempestades y huracanes.
Puja el genio, ajeno a la necesidad y la miseria que aqueja al ser humano,
haciendo del miserable un dios y un príncipe del siervo.
Es el genio un duende, y comparte con éste su naturaleza maravillosa:
va y viene cuando, donde y como quiere; a nada se atiene
si no es a su propio impulso por ser y realizarse.
De las cosas de este mundo. Héctor Amado
REMBRANDT
Introducción
.....Nace Rembrandt Harmenszoon (hijo de Harmen) van Rijn en Leiden, Paises Bajos, en julio de 1606. En ese mismo año un ya célebre Rubens, el otro gran pintor flamenco barroco, se encontraba en Roma, acometiendo la realización del altar mayor de Santa Maria in Vallicella (Chiesa Nuova). Fueron sus padres un molinero (Harmen Gerritszoon van Rijn ) y la hija de un panadero. Su familia, pese a lo aparentemente humilde del oficio, gozaba de una situación acomodada, lo que permitió que su noveno hijo tuviera una buena formación. Tras asistir a la escuela latina, con 14 años, Rembrandt ingresaría en la universidad de Leiden, la cual abandonó al año y medio para dedicarse a la pintura, entrando como aprendiz en el taller del pintor histórico local, Jacob van Swanenburgh. Aquí pasaría los siguientes tres años, aprendiendo las bases del oficio. Después marchó a Amsterdam, donde pasaría seis meses con el más célebre Pieter Latsman (de él recibiría sus primeras influencias, de tinte renacentista italiano —palpables en su primera obra datada: La lapidación de San Esteban).
.....En 1624, considerando que ya había completado su formación pictórica, volvió a Leiden y abrió un estudio compartido con su amigo Jan Lievens. Allí pintaría y, a partir de 1627, acogería a sus propios alumnos (entre ellos Gerrit Dou, quien llegaría a ser un excelente pintor de escenas de género, predominando en su técnica el claroscuro que aprendiera con Rembrandt). Dos años más tarde, en 1629, su creciente fama llegó a oídos de Constantijn Huygens, diplomático y estadista holandés (padre del famoso matemático, astrónomo y físico de mismo apellido, gran amigo de Spinoza, con cuya ayuda elaboraría un nuevo sistema para el tallado de lentes). Éste le daría a conocer en los ambientes cortesanos de La Haya, lo que le valdría numerosos encargos de retratos; el mismo príncipe de la casa Orange, Frederik Hendrik, se convertiría en uno de sus mejores clientes hasta 1646.
.....A finales de 1631, Rembrandt se muda a Amsterdam, capital comercial y financiera del país, para ejercer como retratista profesional. Se instala temporalmente en la casa de un marchante de arte, Hendrik van Uylenburgh, donde conocerá a Saskia, prima de éste, con quien se casaría en 1634. Hija de un abogado y burgomaestre (alcalde) de Leeuwarden, Saskia llevaría una buena dote al matrimonio; Rembrandt se integraría de pleno derecho en la burguesía de Amsterdam, formando parte de la guilda de San Lucas, un gremio de pintores extendido por varias ciudades flamencas (advocación neerlandesa a quien Rogier van der Weyden, precisamente, dedicara varias versiones en su San Lucas dibujando a la Virgen). Entre sus nuevos alumnos se encuentran Ferdinand Bol y Govert Flinck.
.....En 1635 la feliz pareja se mudó al elegante barrio de Nieuwe Doelenstraat, y en 1639 se volvieron a mudar al más exclusivo y caro barrio judío, el Jodenbreestraat. Su éxito profesional parece ser que le permitía un equilibrio presupuestario entre sus cuantiosos gastos y sus continuos ingresos. No obstante este aparente clima de bonanza pronto se truncaría. Entre 1635 y 1640 el matrimonio tuvo tres hijos, dos niñas y un niño, que morirían a poco de nacer (Rumbartus, el primogénito, a los dos meses; Cornelia, su segunda hija, a las tres semanas; y una nueva Cornelia, a los treinta días). Sólo el cuarto hijo, Titus, nacido en 1641, sobreviviría hasta la edad adulta. Pero no así Saskia, la mujer de Rembrandt, quien fallecería en 1642 (se cree que de tuberculosis), al poco de nacer Titus. Paradójicamente fue el mismo año en que finalizó la que se tiene como su mejor obra maestra, la denominada La Ronda de Noche (De Nachtwacht), que tendría inicialmente una fría acogida. Todo esto, unido a una serie de contratiempos económicos (derroche sin medida, inversiones fallidas y cargamentos perdidos en el mar), llevaron poco a poco a Rembrandt hacia una situación de crisis personal y de bancarrota financiera —la que se produciría en 1656.
.....En lo personal, se solaparon la muerte de sus hijos y de su mujer con una denuncia por parte de la niñera de Titus, Geertje Dircx, por incumplimiento de palabra (parece ser que Rembrandt le habría prometido casarse con ella a la muerte de la esposa). Rembrandt fue condenado a pagar a la fámula una pensión de 200 florines anuales. Pronto se consolaría el pintor, pues a finales de la década de 1640 comenzaría una relación con Hendrickje Stoffels, quien, contratada como asistenta doméstica, acabaría quedándose como compañera, amante y modelo.
.....La bancarrota de 1656 obligaría a Rembrandt a deshacerse de la excepcional colección de arte que había reunido durante todos los años de éxito y prosperidad. Entre las obras subastadas se encontraban muchas suyas (sobre todo grabados comprados por él mismo en subasta pública), antigüedades clásicas y arte oriental (armaduras samuráis, inclusive), así como diversas rarezas del mundo natural. Sólo la asesoría de los marchantes amigos evitó el colapso. Hasta la sociedad de pintores de Amsterdam, escandalizada por la situación del pintor (uno de los suyos), adaptó sus reglamentos para que alguien en situación semejante no pudiera comerciar en el mundo del arte. Para salvar la situación Hendrickje y Titus se vieron obligados a formar una compañía comercial, sustanciada en galería de arte, para la que trabajaría el pintor Rembrandt como empleado.
.....Los encargos en la década de 1660 retornaron; su prestigio como artista apenas sufrió el golpe recibido en lo personal, lo social y lo económico. Su trabajo se volvió más profundo e intimista, su pincelada más eficaz y gruesa, más sabia, más genial. Sus autorretratos registraron este cambio: se volvieron más conmovedores, por cuanto mostraban lo más auténtico y descarnado —valga decir, honesto— de la condición humana.
.....Murió el genial pintor en 1669, tras sobrevivir tanto a su amante Hendrickje (con quien no llegaría a casarse nunca para salvaguardar la herencia que Titus recibiría de su fallecida madre Saskia Uylenburgh) como a su hijo, muerto un año antes que él, quien le dejaría una nieta. Fue enterrado en una tumba sin nombre en la Westerkerk (Iglesia del Oeste) de Amsterdam. No necesitaría nombre grabado en piedra quien lo dejaría, grabado en indeleble y prodigioso claroscuro, para la posteridad en los anales de la Historia del Arte y de la Humanidad.
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.....Rembrandt, a semejanza de Rubens, pero de otra forma, es un pintor superlativo en todos los sentidos: por influencia, volumen e intensidad de su obra. Si menos alambicado en la forma y exuberante en el colorido que el genio de Amberes, es, en cambio, más profundamente humano; su barroquismo es, en el sentido estilístico del concepto, más clásico por un lado, pero, a la vez, romántico, por otro, e incluso anuncia el impresionismo en su periodo más maduro. Menos luminosamente colorista que el flamenco, el holandés usa y abusa del claroscuro hasta dotar a sus obras de una atmósfera teñida de misterio, además de aportar un sentido dramático más intenso y turbador. Pocas veces aborda en sus telas el desnudo femenino, y cuando lo hace no idealiza los cuerpos sino que los embute de realidad: son cuerpos sin concesiones a cánones de belleza ideales, sino ajustados a lo ordinario.
.....Rembrandt, a semejanza de Rubens, pero de otra forma, es un pintor superlativo en todos los sentidos: por influencia, volumen e intensidad de su obra. Si menos alambicado en la forma y exuberante en el colorido que el genio de Amberes, es, en cambio, más profundamente humano; su barroquismo es, en el sentido estilístico del concepto, más clásico por un lado, pero, a la vez, romántico, por otro, e incluso anuncia el impresionismo en su periodo más maduro. Menos luminosamente colorista que el flamenco, el holandés usa y abusa del claroscuro hasta dotar a sus obras de una atmósfera teñida de misterio, además de aportar un sentido dramático más intenso y turbador. Pocas veces aborda en sus telas el desnudo femenino, y cuando lo hace no idealiza los cuerpos sino que los embute de realidad: son cuerpos sin concesiones a cánones de belleza ideales, sino ajustados a lo ordinario.
.....Es, así mismo, el gran pintor narrativo: nadie como él es capaz de sintetizar o condensar en una escena varios episodios de la vida o la leyenda. Pero, ante todo, es uno de los más excelentes (si no el más) retratistas de la historia del arte. Ya fueran retratos de otros ya lo fueran propios, su capacidad para mostrar la psicología del ser humano es pasmosa. Se ha dicho de él que mostraba —y demostraba— una gran empatía hacia los sujetos que poblaron sus cuadros, pero yo creo que era algo más que eso: su penetración, perspicacia y habilidad para reflejar sobre la tela, mediante colores y pinceladas (o trazos), con asombrosa técnica, la muy diversa complejidad psicológica del hombre no admite parangón. Es el gran pintor del carácter, en cuanto definamos a éste como el temperamento singular de cada individuo, y en cuanto, también, tenga de cierto el dicho de que el rostro es el espejo del alma. Sin ir más lejos, fácil resulta rastrear su propia evolución emotiva a lo largo de los años, en los más de treinta autorretratos pintados y otros tantos dibujados o grabados que realizó. Allí puede verse al joven inquieto, al hombre en sazón, al seguro de sí mismo, al divertido, al aquejado por los problemas, al desengañado, al dolido, al ridículo, al decrépito,... y siempre, siempre, con una honestidad y franqueza a prueba de encubrimientos. Es, Rembrandt, sí, el pintor de la verdad; refractario a los paños calientes.
.....Pasó por todos los estadios, por todas las condiciones sociales, del éxito profesional y social a la penuria económica y la reprobación, del orgullo a la humillación, del júbilo autosatisfecho a la desesperación fatalista; pero nunca pasó por el descrédito, porque el artista, en él, permaneció a salvo. Solamente la incomprensión llevó a ver rechazado algún encargo, ya hacia los años finales, cuando su figura se encontraba en entredicho, y su estrella, como hombre, ciudadano y burgués se hallaba ya en franco declive; pero su pincel, su mano, su genio, permaneció vivo en él hasta el fin de sus días. No es baladí que su última obra sea, cómo no, un autorretrato: como el testigo privilegiado que fue de la vida a través de su pálpito en sí mismo. Testigo excepcional de cómo la llama de la vida se va apagando, y cómo, en esos sus últimos resplandores, sigue siendo llama surgida del fuego sagrado del genio.
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.....Más de 300 pinturas, cerca de 2.000 dibujos y trescientos grabados son las huellas de su paso por este mundo y por la Historia del Arte. Aquí, en el espacio a él dedicado, concentrado en tres posts, solamente se ha incluido su producción pictórica. Más de 300 obras temáticamente distribuidas y cronológicamente presentadas. En el primer post irán las obras mitológicas, las históricas, los paisajes, la miscelánea y los autorretratos (más de 100 imágenes). En el segundo post se incluirán las obras religiosas, tanto del Viejo como del Nuevo Testamento (que suman otro centenar). En el tercer post los retratos serán los protagonistas, tanto los de grupo como los singulares; es la sección más nutrida, sobrepasando las 120 obras. Aun así, no están todas las que son (siempre concedo el beneficio de la duda de que alguna obra se me haya escapado), aunque sí son todas las que están. Y las que están, en su mayoría, lo están en su mejor versión posible.
.....Las fuentes principales que me han suministrado los cuadros han sido las habitualmente utilizadas por mí, aquellas que ofrecen una oferta más extensa y completa, también las que ofrecen mayor calidad en sus copias; pero no he dudado en buscar allí donde se supone pudiera encontrarse la mejor de las versiones, es decir, en el museo de su ubicación, cuando éste pone a disposición del usuario copias en alta resolución (es el caso del Rijksmuseum de Amsterdam, del Mauritshuis de La Haya o del MET de New York, por citar a tres de los varios consultados). Es así que de algunas de las obras adjunto dos versiones (y hasta tres), bien porque no esté seguro de la gama de color original, bien porque, aunque lo esté, me ha parecido aconsejable añadir otra versión por su mayor tamaño o mejor resolución (aunque la gama de color sea algo distinta de la original); todo por prurito y rigor informativo: ofrecer lo máximo y lo mejor de cada artista, en una sola página, para una más fácil consulta. No obstante el curioso siempre puede acudir a las fuentes originales o a estas mismas páginas que a mí me han servido de consulta y/o suministro.
.....Como curiosidad, al final de esta introducción, y antes de dar paso a la primera entrega de las obras de Rembrandt, he añadido una película realizada en 1936 sobre la personalidad del genial pintor holandés. Dirigida por Alexander Korda y, lo que es más sugerente y atractivo, interpretada en su papel principal por uno de esos actores cuya sola presencia justifica el visionado: Charles Laughton. Certera visión de la vida del pintor, que se inicia justo antes del cambio de fortuna, con el artista derrochando dinero y seguridad en sí mismo. Recomendable (por eso la incluyo).
.....La música que acompañará a los tres posts pertenece a un contemporáneo del pintor: Heinrich Ignaz Franz von Biber (1644-1704), compositor y virtuoso violinista austro-bohemio, cuya obra está dotada de una gran originalidad, tanto la compuesta para violín como su obra vocal (misas y requiem).
Reseña biográfica
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De las obras aquí expuestas
.....Las fuentes principales que me han suministrado los cuadros han sido las habitualmente utilizadas por mí, aquellas que ofrecen una oferta más extensa y completa, también las que ofrecen mayor calidad en sus copias; pero no he dudado en buscar allí donde se supone pudiera encontrarse la mejor de las versiones, es decir, en el museo de su ubicación, cuando éste pone a disposición del usuario copias en alta resolución (es el caso del Rijksmuseum de Amsterdam, del Mauritshuis de La Haya o del MET de New York, por citar a tres de los varios consultados). Es así que de algunas de las obras adjunto dos versiones (y hasta tres), bien porque no esté seguro de la gama de color original, bien porque, aunque lo esté, me ha parecido aconsejable añadir otra versión por su mayor tamaño o mejor resolución (aunque la gama de color sea algo distinta de la original); todo por prurito y rigor informativo: ofrecer lo máximo y lo mejor de cada artista, en una sola página, para una más fácil consulta. No obstante el curioso siempre puede acudir a las fuentes originales o a estas mismas páginas que a mí me han servido de consulta y/o suministro.
.....Como curiosidad, al final de esta introducción, y antes de dar paso a la primera entrega de las obras de Rembrandt, he añadido una película realizada en 1936 sobre la personalidad del genial pintor holandés. Dirigida por Alexander Korda y, lo que es más sugerente y atractivo, interpretada en su papel principal por uno de esos actores cuya sola presencia justifica el visionado: Charles Laughton. Certera visión de la vida del pintor, que se inicia justo antes del cambio de fortuna, con el artista derrochando dinero y seguridad en sí mismo. Recomendable (por eso la incluyo).
.....La música que acompañará a los tres posts pertenece a un contemporáneo del pintor: Heinrich Ignaz Franz von Biber (1644-1704), compositor y virtuoso violinista austro-bohemio, cuya obra está dotada de una gran originalidad, tanto la compuesta para violín como su obra vocal (misas y requiem).
Reseña biográfica
.....Nace Rembrandt Harmenszoon (hijo de Harmen) van Rijn en Leiden, Paises Bajos, en julio de 1606. En ese mismo año un ya célebre Rubens, el otro gran pintor flamenco barroco, se encontraba en Roma, acometiendo la realización del altar mayor de Santa Maria in Vallicella (Chiesa Nuova). Fueron sus padres un molinero (Harmen Gerritszoon van Rijn ) y la hija de un panadero. Su familia, pese a lo aparentemente humilde del oficio, gozaba de una situación acomodada, lo que permitió que su noveno hijo tuviera una buena formación. Tras asistir a la escuela latina, con 14 años, Rembrandt ingresaría en la universidad de Leiden, la cual abandonó al año y medio para dedicarse a la pintura, entrando como aprendiz en el taller del pintor histórico local, Jacob van Swanenburgh. Aquí pasaría los siguientes tres años, aprendiendo las bases del oficio. Después marchó a Amsterdam, donde pasaría seis meses con el más célebre Pieter Latsman (de él recibiría sus primeras influencias, de tinte renacentista italiano —palpables en su primera obra datada: La lapidación de San Esteban).
.....En 1624, considerando que ya había completado su formación pictórica, volvió a Leiden y abrió un estudio compartido con su amigo Jan Lievens. Allí pintaría y, a partir de 1627, acogería a sus propios alumnos (entre ellos Gerrit Dou, quien llegaría a ser un excelente pintor de escenas de género, predominando en su técnica el claroscuro que aprendiera con Rembrandt). Dos años más tarde, en 1629, su creciente fama llegó a oídos de Constantijn Huygens, diplomático y estadista holandés (padre del famoso matemático, astrónomo y físico de mismo apellido, gran amigo de Spinoza, con cuya ayuda elaboraría un nuevo sistema para el tallado de lentes). Éste le daría a conocer en los ambientes cortesanos de La Haya, lo que le valdría numerosos encargos de retratos; el mismo príncipe de la casa Orange, Frederik Hendrik, se convertiría en uno de sus mejores clientes hasta 1646.
.....A finales de 1631, Rembrandt se muda a Amsterdam, capital comercial y financiera del país, para ejercer como retratista profesional. Se instala temporalmente en la casa de un marchante de arte, Hendrik van Uylenburgh, donde conocerá a Saskia, prima de éste, con quien se casaría en 1634. Hija de un abogado y burgomaestre (alcalde) de Leeuwarden, Saskia llevaría una buena dote al matrimonio; Rembrandt se integraría de pleno derecho en la burguesía de Amsterdam, formando parte de la guilda de San Lucas, un gremio de pintores extendido por varias ciudades flamencas (advocación neerlandesa a quien Rogier van der Weyden, precisamente, dedicara varias versiones en su San Lucas dibujando a la Virgen). Entre sus nuevos alumnos se encuentran Ferdinand Bol y Govert Flinck.
.....En 1635 la feliz pareja se mudó al elegante barrio de Nieuwe Doelenstraat, y en 1639 se volvieron a mudar al más exclusivo y caro barrio judío, el Jodenbreestraat. Su éxito profesional parece ser que le permitía un equilibrio presupuestario entre sus cuantiosos gastos y sus continuos ingresos. No obstante este aparente clima de bonanza pronto se truncaría. Entre 1635 y 1640 el matrimonio tuvo tres hijos, dos niñas y un niño, que morirían a poco de nacer (Rumbartus, el primogénito, a los dos meses; Cornelia, su segunda hija, a las tres semanas; y una nueva Cornelia, a los treinta días). Sólo el cuarto hijo, Titus, nacido en 1641, sobreviviría hasta la edad adulta. Pero no así Saskia, la mujer de Rembrandt, quien fallecería en 1642 (se cree que de tuberculosis), al poco de nacer Titus. Paradójicamente fue el mismo año en que finalizó la que se tiene como su mejor obra maestra, la denominada La Ronda de Noche (De Nachtwacht), que tendría inicialmente una fría acogida. Todo esto, unido a una serie de contratiempos económicos (derroche sin medida, inversiones fallidas y cargamentos perdidos en el mar), llevaron poco a poco a Rembrandt hacia una situación de crisis personal y de bancarrota financiera —la que se produciría en 1656.
.....En lo personal, se solaparon la muerte de sus hijos y de su mujer con una denuncia por parte de la niñera de Titus, Geertje Dircx, por incumplimiento de palabra (parece ser que Rembrandt le habría prometido casarse con ella a la muerte de la esposa). Rembrandt fue condenado a pagar a la fámula una pensión de 200 florines anuales. Pronto se consolaría el pintor, pues a finales de la década de 1640 comenzaría una relación con Hendrickje Stoffels, quien, contratada como asistenta doméstica, acabaría quedándose como compañera, amante y modelo.
.....La bancarrota de 1656 obligaría a Rembrandt a deshacerse de la excepcional colección de arte que había reunido durante todos los años de éxito y prosperidad. Entre las obras subastadas se encontraban muchas suyas (sobre todo grabados comprados por él mismo en subasta pública), antigüedades clásicas y arte oriental (armaduras samuráis, inclusive), así como diversas rarezas del mundo natural. Sólo la asesoría de los marchantes amigos evitó el colapso. Hasta la sociedad de pintores de Amsterdam, escandalizada por la situación del pintor (uno de los suyos), adaptó sus reglamentos para que alguien en situación semejante no pudiera comerciar en el mundo del arte. Para salvar la situación Hendrickje y Titus se vieron obligados a formar una compañía comercial, sustanciada en galería de arte, para la que trabajaría el pintor Rembrandt como empleado.
.....Los encargos en la década de 1660 retornaron; su prestigio como artista apenas sufrió el golpe recibido en lo personal, lo social y lo económico. Su trabajo se volvió más profundo e intimista, su pincelada más eficaz y gruesa, más sabia, más genial. Sus autorretratos registraron este cambio: se volvieron más conmovedores, por cuanto mostraban lo más auténtico y descarnado —valga decir, honesto— de la condición humana.
.....Murió el genial pintor en 1669, tras sobrevivir tanto a su amante Hendrickje (con quien no llegaría a casarse nunca para salvaguardar la herencia que Titus recibiría de su fallecida madre Saskia Uylenburgh) como a su hijo, muerto un año antes que él, quien le dejaría una nieta. Fue enterrado en una tumba sin nombre en la Westerkerk (Iglesia del Oeste) de Amsterdam. No necesitaría nombre grabado en piedra quien lo dejaría, grabado en indeleble y prodigioso claroscuro, para la posteridad en los anales de la Historia del Arte y de la Humanidad.
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FILM DE 1936
Rembrandt
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Director: Alexander Korda
Protagonista: Charles Laughton (en el papel de Rembrandt)
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GALERÍA
Rembrandt Harmenszoon van Rijn
1606-1669
PINTURA
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Rape of Europa, 1631-32
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Rape of Europa, 1631-32 (detail)
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Minerva (studio), 1630 (true colors, Mauritshuis)
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Minerva, 1931
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Bellona, 1633, MET
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Cupid with the Soap Bubble, 1634
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Diana Bathing with her Nymphs with Actaeon and Callisto, 1634
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Diana Bathing with her Nymphs with Actaeon and Callisto, 1634
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Diana Bathing with her Nymphs with Actaeon and Callisto, 1634 (detail)
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Judit en el Banquete de Holofernes, 1634 (Museo del Prado)
(a.k.a.: Sophonisba Receiving the Poison Cup, and Artemisia Receiving Mausolus Ashes)
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Rape of Ganymede, 1635
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.jpg)
Minerva, 1635
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Danae, 1636/43
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Juno, 1658
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Philemon and Baucis, 1658
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o.o
HISTORICAL SUBJECTS
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(a.k.a.: Sophonisba Receiving the Poison Cup, and Artemisia Receiving Mausolus Ashes)
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Lucretia, 1664
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MISCELLANEOUS PAINTINGS
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Monk reading, 1661
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LANDSCAPES
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Rembrandt - Landscape with The Good Samariitan
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The Mill, 1650
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The Mill, 1650
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The Mill, 1650 (detail)
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SELF-PORTRAITS
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The Artist in His Study, 1628 (MFA, Boston)
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The Artist in His Study, 1628 (MFA, Boston)
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Self-Portrait, 1629 (Rijksmuseum, Amsterdam)
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Self-Portrait, 1629 (Alte Pinakothek, Munich)
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Self-Portrait, 1629 (Alte Pinakothek, Munich)
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Self Portrait with a Gorget, 1629 (Mauritshuis, The Hague)
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Self-Portrait with a Gorget, 1629 (Mauritshuis, La Hague)
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Self-Portrait, 1629 (Isabella Stewart Gardner Museum, Boston)
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Self-Portrait, 1630 (National Museum, Stockholm)
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Self-Portrait, 1630 (Walker Art Gallery, Liverpool)
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The Artist in a Oriental Costume, with a Poodle at His Foots, 1631 (Petit Palais, Paris)
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Self-Portrait as a Burguer, 1632 (Burrell Collection, Glasgow)
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Self-Portrait, 1633 (Louvre, Paris)
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Self-Portrait Wearing a Toque and a Gold Chain, 1633 (Louvre, Paris)
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Self-Portrait Wearing a Toque and a Gold Chain, 1633 (Louvre, Paris)
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Self-Portrait with Shaded Eyes, 1634 (Wynn Colection, Las Vegas)
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Self-portrait in a Cap and Fur-trimmed Cloak, 1634 (Gemäldgallerie, Berlin)
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Self-Portrait as a Young Man, 1634 (Gallery degli Uffici, Florence)
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Self-Portrait as a Young Man, 1634 (Gallery degli Uffici, Florence)
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Self-Portrait, 1636-38 (Norton Simon Museum, Pasadena)
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Self-Portrait, 1640 (National Gallery, London)
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Self-Portrait in a Flat Cap, 1642 (Royal Collection, London)
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Self-Portrait with Beret and Two Chains, 1642-43 (Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid)
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Self-Portrait, 1645-48 (Staatliche Kunsthalle, Karlsruhe)
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Little Self-Portrait, 1657 (Kunsthistorisches Museum, Vienna)
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Self-Portrait, 1657-59 (National Gallery of Scotland)
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Self-Portrait, 1658 (Frick Collection, New York)
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Self-Portrait, 1659 (National Gallery, Washington)
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Self-Portrait, 1659 (National Gallery, Washington)
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Self-Portrait, 1660 (MET, New York)
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Self-Portrait, 1660 (Musée du Louvre, Paris)
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Self-Portrait, 1661 (Iveaqu Becquest, Kenwood House, London)
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Self-Portrait, 1661 (Iveaqu Becquest, Kenwood House, London)
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Self-Portrait as Apostle Paul, 1662 (Rijksmuseum, Amsterdam)
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Self-Portrait as Zeuxis Laughing, 1668-69 (Wallraf-Richartz Museum, Köln)
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Self-Portrait, 1669 (National Gallery, London)
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Self-Portrait, 1669 (Uffizi, Florence)
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Self-Portrait, 1669 (true colors, Mauritshuis, The Hague)
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