domingo, 4 de julio de 2010

COLABORACIONES: Beatriz Basenji


En homenaje a ese poema encarnado que Beatriz escribiera hace ya algunos años; sin duda alguna el mejor de todos cuantos haya creado:



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Si la RAE nos define la poesía "como la manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra, en verso o en prosa" (sic), y, por otra parte, se dice que la poesía surge como necesidad de explicarse el mundo cuando los argumentos y la razón no nos sirven, podemos concluir que hay numerosas ocasiones en que la emoción que nos produce la belleza y/o el sentimiento estético no es posible explicarla de una manera prosaica, pues las palabras, los conceptos literales encerrados en ellas, se nos quedan cortos, no llegan a abarcar la sensación íntima de conmoción, de vibración del alma en ese instante en que la belleza nos hiere jubilosamente, en que sentimos que otra realidad se nos ha colado dentro junto a la aparente; cuando intentamos explicar llanamente una emoción sentimos cómo a medida que nos acercamos a ese instante de íntimo temblor, la emoción desaparece, quedan las palabras, pero privadas de la magia, del encantamiento, del estremecimiento.
Para lograr atrapar ese instante veraz -porque lo sentimos- pero irreal -porque la realidad no nos lo puede describir- debemos acudir a una especie de engaño al espíritu de la letra, debemos traicionar las palabras, debemos violentarlas, disfrazarlas, enmascararlas de otros significados, para que en este juego de sugerencias el Autor y el Otro puedan entender, por medio de un ejercicio empático, la emoción que se quiere transmitir.

Es como si las palabras, esas que diariamente nos sirven para comunicarnos en las relaciones sociales, estuvieran cargadas de sentidos ocultos que en el uso común de la lengua no se perciben ni se muestran, ya que este uso precisa de una linealidad inteligible para el buen fin de la comunicación -la eficacia-, pero que en situaciones especiales salen a la luz mediante un ejercicio de revelación: el autor por medio de un sortilegio -lenguaje poético- encadena las palabras de tal forma que hace surgir ese nuevo sentido que, oculto, esperaba salir a la luz, y ahora sí, con una carga emotiva que antes no tenía. Esto en sensu lato es la poesía.

"Poesía eres tú", nos decía Gustavo Adolfo Becquer en respuesta a la ingenua pregunta de la amada al amado inquiriéndole por una explicación acerca de qué cosa sea la poesía; al responder así forzaba el significado literal de las palabras para abrirlo a un nuevo horizonte: el de la metáfora; poesía eres tú, y este se llena de evocaciones, se convierte en metáfora de la poesía, y todo el que haya estado enamorado alguna vez, entiende qué nos quiere decir Bécquer con esta metáfora, enseguida captamos el significado de poesía, pues que está encarnada en un ser real, de carne y hueso, que nos hace sentir una multitud de emociones que, bien lo sabemos, no podemos explicar de una forma llana y sencilla.

Poesía eres tú, y ya está todo dicho sin haber empezado a decir nada; después, vemos que al intentar explicar cada una de esas emociones que todas juntas se nos vienen al corazón y a las mientes cuando suena el "eres tú", al intentar explicar cada una, digo, hemos de volver a empezar y volver a utilizar ese lenguaje nuevo, lírico, poético, con palabras cargadas de sentidos que sean portadoras de emoción, no solo de información.

Al explicar la belleza y el amor -el sentido estético de la vida- es cuando más necesitamos la ayuda de este lenguaje mentidor y divinamente engañoso, capaz de llevar en su seno la fuerza, el poder de convicción y la capacidad de sugerencia que haga posible que la emoción que a mí me produce lo bello, lo amoroso, lo estético, pueda ser transmitida a los demás, y, en muchos casos con un efecto amplificador, pues que la capacidad de sentir emoción depende de la sensibilidad de cada cual; y, así, puede suceder que un poeta nos quiera transmitir su emoción particular y lo haga de tal bella, adecuada y poderosa manera que suscite en alguno una emoción aún mayor que la que él ha sentido. Esto, es poesía; este, es el fin de la poesía: transmitir emociones, transferir sensaciones, inocular belleza con palabras afiladas.

Tras este necesario, si algo denso, preámbulo, la oportuna ilustración que nos ayudará a comprender las premisas enunciadas; el ejemplo clarificador que nos haga sentir la verdad de cuanto he dicho anteriormente.
Me cabe el honor y el placer de presentar tres poemas de nuestra amiga Beatriz Basenji, compañera forera en las páginas del País, que en tantas ocasiones ha coincidido con nosotros en esa ardua labor que es intentar llevar un poco de cordura y lucidez a los foros abiertos sobre los distintos temas de actualidad que atraen nuestro interés.
Aquí, pasamos de la actualidad a la intemporalidad. En este blog -ya sabéis- no intentamos explicarnos el presente, procuramos embellecerle, prepararnos un mejor futuro enriqueciendo nuestro alma y nuestro corazón con bellas sensaciones.
Beatriz nos hace tres propuestas, tres poemas que surgen de su bagaje experimental; es su experiencia particular la que, por medio de la magia de las palabras, intentará salvar la distancia que hay desde su corazón al nuestro; así, el poema deviene una suerte de puente -a veces una simple liana, una línea trazada en el vacío- por el que las sensibilidades se unirán, y su sensación será la nuestra...

Sus poemas surgen de la emoción detenida del momento; como ella misma dice: "Lo unico que te puedo decir es que mis poemas surgen sin condicionamientos". Es decir, estamos ante una poetisa intuitiva, que no proyecta, que no elucubra el objeto de su poesía, simplemente surge, impacta en su emoción, y ella, después, cuidadosamente elige las palabras, las dota de ritmo y, por tanto, de métrica indispensable -esa que es particular de cada lengua- para conseguir el efecto adecuado: la emoción impactante. ¿Poesía impresionista? ¿Poesía surrealista? Yo, la he calificado de: Poesía de la Inmediato, Poesía del Destello. Las etiquetas, la mayoría de las veces solo aciertan... a confundir; así es que lo mejor sería que cada cuál extraiga sus conclusiones. Con ella os dejo.



POEMAS CÍRCULO

I
Vuela el dragón y fulgen sus escamas
de turquesas y de oro
contra el níveo
horizonte de nubes en zarcillo
Elévanse los cántaros con gozo.
Triunfa el agua
y adviene del abismo
idéntico dragón que sobrenada
en el círculo exacto
del aljibe.
Si es el ojo celeste fiel espejo
o es el ojo del agua
quien suscita
lo cierto de la imagen que transcurre
un dragón atraviesa
ambos reinos.

Alineación al centro
.
II

Jade por luz el ábaco conduce
Un gato feérico
rápido alza
una sombra de pájaro. Dibujo
Nada saben los muros
del asalto.
Vierte el ave la luz por la silueta.
Jeroglífico escribe
mientras vuela.
Y es el gato milagro que persigue
la cifra de un papiro
garra tensa
que el ábaco inicial nunca intercepta.



LA FUGA
.
Onceava mariposa.
Frú frú de miel. Noche de losas.
Islas negras
pacíficas, tus alas
daban forma de luz incienso espalto
al imperio
del Sueño Duplicante.
Concebida que fue tu paz de galas
se fecundan los mares
unos a otros.
Naufragio fue de orquídeas y palmares
y del ave
certera flecha el agua.
Perdieronse los fuegos y las sales
del caballo del viento
son espuela.
Vive Hotu Matua: el que huye contigo
a Rapa Nui.
Onceava mariposa.

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Puso Música a los poemas de Beatriz Basenji
Joseph Maurice Ravel (1875-1937)

Sonatine:
I. Moderé
II. Mouvemente de menuet
III. Animé

Ma Mère l'Oye (Mamá Ganso)
1 Pavane de la Belle au bois dormant
2 Petit Poucet
3 Laideronnette, Imperatrice des Pagodes
4 Les Entretiens de la Belle et de la Bête
5 Le Jardin Feérique

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Links de interés

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