jueves, 29 de julio de 2010

La Sonrisa de una Tarde de Verano


Ayer, se suscitó en el foro del post Sobre las musas la cuestión de la procedencia o no de la risa en este blog, como refrescante respuesta a estas caniculares fechas que a todos los de este hemisferio nos tienen agobiados (hay otros amig@s que nos siguen que disfrutan de un tiempo menos benigno que el nuestro -cuestión de hemisferios, longitudes, períclitos, estaciones, rotaciones, traslaciones e insolaciones varias).

Bueno, he de decir, que tan refrescante puede ser un pai-pai como un beso -¿o no?-; una risotada como un baño... en el sudor del cuerpo deseado, a pesar de la caló -¿o no?-; una caricia como un chiste, unas ridículas bermudas hawaianas o la prístina piel al aire y al sol -¿o no?-; un gazpacho andaluz, bien fresquito, o una ración de cálida saliva bien servida por la compañera de refriegas amorosas -¿o no?-; una peli de Chaplin, Keaton o Monty Pithon que otra filmada en la cámara semi-oscura -o luminosa, tanto da- donde los protagonistas -nosotros, of course- luchan gozosamente a brazo partido por alcanzar la Joya ex Nihilo,...

Quiérese decir con este exordio que, aun admitiendo que la caló no ayuda a la concentración sesuda ni a la melancolía brumosa, no por ello debemos arrojarnos en manos del dolce farniente, por mucho que a ello se tienda, sin preocuparnos de que esa ligereza que la temperatura demanda -en este caso, en que la naturaleza del blog determina un contenido referente- debe de estar revestida, si de telas vaporosas, no de nylon o viscosa, sino de sedas primorosas. Por ello, querida Musa Talia Espúrea, ese vídeo que, graciosillo, me enviaste, a pesar de lo tendencioso, y lo vleidoso, y tras pasar por el tamiz de mi exquisito gusto, lo voy a subir, no sin reparos, que ya me hubiera gustado más inteligencia en el guión y más donosura en lo dictado.
Junto a él, y para enjugar su somera ramplonería, todo un ejemplo de lo que sería una sonrisa franca, que puesto que quien la induce es Franco -vade retro, no aquél- francamente al cuadrado es, que Battiato el nombre matiza y así ya bien lo exorciza de analogías perversas, que a los de este bendito país, sin querer nos vienen prestas, cuando ese noble concepto, adoptado de pueblos celtas, ante nuestros ojos se expone enseñando sus bélicas vergüenzas.

Es Franco Battiato uno de esos juglares del pueblo, ilustrado, que sólo se dan en sociedades maduras y abiertas, si honestas con su propia encarnadura, que sacan los colores a quienes gobiernan con su lengua mordaz, nada falaz, y con humor para que bien se entienda, a las veces; o con ternura para que bien se goce, con el roce, de quien se tiene a mano; o con solidaridad con el hermano que sufre la sinrazón de un poder sin compasión y ciego, si soberano.
Juglar pues, al que se escucha con una sonrisa en la cara y otra en el corazón, y otra más que llega al alma y allí se encarna con bendición.

Para abundar en el gesto de la cómica condición -sin llegar a la carcajada, sí al rire à raison de mi querida Muse Personne- acompaño video y canción con una composición de burlesca situación y frecuentada morisca trama, que tanta fama le diera a quien, cúspide del Barroco, el Barroco trascendiera, para meterse de lleno, si adornado sobremanera, con inteligencia desnuda, en esta época cimera donde el decir se vulgariza en loor de idólatras deidades, preñadas de vulgaridades y ordinarieces sin tasa (vean ustedes lo que pasa, cuando la lengua se descuida y, más, se descuida el alma).
De Don Luis traigo un romance poco conocido, si divertido, que hará las delicias de quien reírse quiera de su sombra, pues se nombra un sentimiento que a todos nos revuelca en nuestros lodos cuando dél cautivos estamos y padecemos sus agravios con desesperación, cuando no existe razón a razón de nuestro imaginario, pues el sujeto de la pasión, más que sujeto está libre y con el rabo se sacude nuestra romántica inspiración.
Triste pisa y afligido, es su primer verso; de título, pues, le sirva, ya que el autor no lo tituló, quién sabe si por desidia o porque no lo halló digno de recibir tal honor.

¡¡¡Pardon, pardon: noticias de última hora!!! Muse Personne nos ha enviado este otro vídeo que subo con la velocidad del rayo apolíneo hasta la cúspide del post.
¡Gracias Muse Personne! En nombre de todos los que, como yo, pasarán un buen rato con él.:




Romance de Don Luis de Góngora
(A mayor gloria de los espíritus satíricos)

Triste pisa y afligido
las arenas del Pisuerga
el ausente de su dama,
el desdichado Zulema,
moro alcaide y no vellido
amador con ajaqueca,
arrocinado de cara
y carigordo de piernas.
No lleva por la marlota
bordada cifra, ni empresa
en el campo de la adarga,
ni, en la banderilla, letra,
porque es, el moro, idiota
y no ha tenido poeta
de los sastres de este tiempo,
cuyas plumas son tiseras.



Los ojos tiene en el río,
cuyas ondas se lo llevan,
y él, envueltas en las ondas,
lleva sus lágrimas tiernas.
Tanto llora el hideputa
que, si el año de la seca
llorara en dos hazas mías,
acudiera a diez hanegas.
Los espacios que no llora
de memorias se alimenta,
porque le dan, las memorias,
lo que los ojos le niegan.


Piensos se da, de memorias,
rumiando glorias y penas,
como rábanos mi mula,
y una mona, berenjenas.
Contempla luego en Balaja,
la cual, mientras la contempla,
olas de imaginación
o se la traen o la llevan,
y ella se está merendando
duraznicos en su huerta,
y tirándose los cuescos
al que tal pasa por ella.


Ojos claros, cejas rubias,
al vivo, se le presentan,
lanzando rayos los ojos,
y flechas de amor, las cejas.
El moro, contemplativo,
a los de su dama vuela,
como, a los ojos del búho,
cernícalos de uñas prietas.
-"Ay, mora bella -le dice-,
no menos dulce que bella:
no estraguen tu condición
las condiciones de ausencia"-.
-"Ay, moro, más gemidor
que el eje de una carreta:
pues no soy tu mora yo,
no me quiebres la cabeza"-.


-"Recibe allá este suspiro
y este llanto de esta tierra,
donde el rey me ha desterrado,
y mis cuidados me entierran"-
-"Llore alto, moro amigo,
suspire recio y con fuerza,
que han de andar, llanto y suspiro,
más de noventa y seis leguas"-
En esto, ya salteado
de una varonil vergüenza,
a lavar el tierno rostro,
de su caballo se apea;
también se apea, el galán,
porque quiere en el arena
sembrar perejil guisado
para vuestras reverencias.

FIN


*
Permíteme Musa Personne, ma Muse, cette petite licence, un petit peu de tendresse, d'amour derrière le rire, de celui qui fut le roy du rire.



Te protegeré de los miedos, de las hipocondrias,
de los contratiempos que desde hoy encontrarás debido a tu naturaleza.

De las injusticias y los engaños de tu tiempo,
de los fracasos que atraerás por tu naturaleza.

Te levantaré de tus penas y de tus cambios de humor,
de las obsesiones de tus manías.

Superaré las corrientes gravitacionales, el espacio y la luz, para que no envejezcas.
Y te curarás de todas las enfermedades,
Porque eres un ser especial,
Y yo, cuidaré de ti.

Deambulaba por los campos de Tennessee (cómo llegué ahí, ¡quién sabe!).
¿No tienes flores blancas para mí?
Más rápidos que las águilas
mis sueños atraviesan el mar.

Sobre todo te llevaré el silencio y la paciencia.
Juntos iremos por los caminos que llevan a la esencia.
Los perfumes de amor emborracharán nuestros cuerpos,
La bonanza de agosto no calmará nuestros sentidos.
Tejeré tus cabellos como tramas de un canto.
Conozco las leyes del mundo, y te las donaré.

Superaré las corrientes gravitacionales, el espacio y la luz, para que no envejezcas.
Te salvaré de toda melancolía,
porque eres un ser especial y yo cuidaré de ti...

Yo sí, cuidaré de ti...

(Franco Battiato, traducción de Flavio)

***

Puso la Música
Franco Battiato
Centro di gravitá permanente
Voglio vederti danzare
Cucurrucucú, paloma
La stagione dell' amore
Nomadi
Il cielo in una stanza

Ilustró
Eustache Lesueur
Les Muses (Clio, Eutherpe, Thalia)

*
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