domingo, 12 de agosto de 2012






.
Cuando el amanecer se hace ocaso,
cuando la luz se hace sombra,
cuando la voz enmudece,
es la hora de hacer camino, amigo.
Es hora de caminar hacia tu Oriente,
de bañarse en la luz de las estrellas,
de gritar las palabras atrancadas.
Es hora, mi amigo, de echarse a andar
y no parar hasta encontrarse
renacido del ocaso, 
hasta surgir
iluminado de la sombra,
investido con la palabra justa
que te coloque en el mundo
otra vez.
Es hora, siempre lo es,
de hacer camino:
la aurora, la luz y la palabra
te esperan, amigo.
Porque en todo ocaso 
hay un acaso preñado de albas,
en toda sombra
un útero fértil de luz,
en todo ahogado silencio
una tumultuosa fuente
de expresión.
¿A qué esperas?
Cree en ti mismo,
ábrete a la posibilidad
de amanecerte luz en tu palabra,
alumbráte: sé.

HéctorAmado


-o-o-o-