ConSentido Propio: Clásicos de Cine. Expresionismo alemán (1)

Excusa

.....En estas fechas, todos los años, vivimos unos días de cine (y no me refiero al sentido bienaventurado de la expresión). En estos días de primavera ya consolidada, de Mayo feraz y sol --a veces tímido-- centelleando en el Golfo de León, erigido en foco sobre la Costa Azul; en estos días que debieran ser intrínsecamente venturosos, pero que la mala cabeza del ser humano politicus y economicus ha convertido en días de zozobra, angustia y penitencia para muchos; en estos días primaverales y luminosos, digo, tiene lugar el más famoso de los festivales que dedicados al Séptimo arte se celebran en el mundo: el Festival de Cannes. Hasta los americanos, con la industria más poderosa del celuloide, tan renuentes a salir fuera de su ámbito continental, tan timoratos a levantar la vista de su soberbio ombligo cinematográfico, acuden en tropel a esta bella ciudad del Mediodía francés, donde todo el que es alguien, cinematográficamente hablando, debe dejarse ver. Cannes tiene poco en común con el cine comercial americano (de hecho es su antagónico), pero en Cannes se reconoce la calidad que las buenas películas comerciales puedan tener. Además, Cannes es un escaparate y un centro de negocios en torno al cine. Allí acuden los cineastas, pero también los guionistas, los productores, los distribuidores, todo el que tenga algo que ver con la industria que en usinas de ilusión fabrica sueños. En Cannes se catapultó el extraordinario cine japonés a partir de los años cincuenta (Ozu, Kurosawa, Mizoguchi) o indú (Satyajit Ray, y su inconmensurable Trilogía de Apu), en Cannes se reconoció el mejor cine español de todos los tiempos (Buñuel, Berlanga, Saura, Camus), y Cannes encumbró al olimpo films míticos como Blow Up de Antonioni, Apocalypse Now de Coppola o Taxi Driver de Scorsese, por citar a tres de sus más excelsas Palmas de Oro.

.....Pero Cannes es la excusa, no el tema central de mi atención. La excusa para hablar de cine. Mi vida está forjada con el cine de telón de fondo y entreverada con hilos de celuloide, taraceada con fotogramas e inspirada por los héroes y heroínas que desfilan en sus sueños, por sus historias narradas en sobrio blanco y negro o espectacular cinemascope. Soy un hijo de mi tiempo, y como tal, en mi sangre circulan mil historias contadas sobre una pantalla, historias que influyeron mi vivir. Es, el siglo XX, quién lo duda a estas alturas, con la perspectiva que concede la distancia de hallarse en otro siglo, el siglo de las luces apagadas en un patio de butacas, el siglo que vio nacer otro arte, ordinalmente considerado séptimo. Un arte que acabaría formando parte del vivir cotidiano de las gentes, que muchas veces fue consuelo y otras tantas estímulo e inspiración; las más, mero entretenimiento y diversión compartidas; las menos, acicate para la reflexión y motivo para el encuentro dialéctico.
.....¿Por dónde empezar en este vasto panorama artístico creado en torno a una cámara de 36 mm? Cualquier calicata sería buena, pero yo, que me reclamo spinoziano (es decir, cartesiano enmendado), prefiero empezar por el principio, recurrir a los orígenes, hundir allí mi pala y extraer un sustrato de lo que son los fundamentos sobre los que habría de levantase tan impresionante edificio visualmente narrativo.

El tema

.....Es en el clima artístico efervescente, ansioso de hallazgos expresivos, de exploración del naciente medio fílmico, donde el expresionismo alemán ocupa un lugar de incuestionable protagonismo. La influencia de la pintura, de la literatura, de la música (por más que fuera cine mudo, se componían partituras expresamente para ser ejecutadas durante la proyección; o se aprovechaban las existentes para acompañar las imágenes proyectadas, enriqueciéndose mutuamente música e imágenes), de las otras artes escénicas (principalmente teatro) y del diseño, incluso de los avances científicos y tecnológicos, estaba presente en estas obras que unos directores con alma de poetas llevaron a cabo. Alemania y Austria por aquel tiempo, al igual que París, eran una fiesta, una fiesta del arte (La Bauhaus, los grupos artísticos Sezession, Die Brücke y Der Blaue Reiter), más concretamente del arte expresionista. Un grupo de jóvenes directores encabezados por Fritz Lang o Friedrich Wilhelm Murnau, a los que habría que añadir a George Wilhelm Pabst, Paul Wegener y, sobre todo, Robert Wiene, a quien le cabría el honor de ser tenido como el iniciador de este movimiento, con su mítica obra El Gabinete del Dr Caligari (Das Kabinet des Dr Caligari, 1920), se encargarían de colocar un mojón determinante en el lenguaje visual proyectado sobre una pantalla. Se puede rastrear, así mismo, la influencia de aquel cine en todas las épocas posteriores, y aún hoy se emplea el término expresionista para indicar un modo de presentar las imágenes, una estética del mensaje visual, que aquellos pioneros crearon. Películas como la citada (donde los fondos son verdaderos cuadros expresionistas), pero aún más en el caso de Metrópolis (Fritz Lang, 1927), El Último (FW Murnau, 1924) o los eternos mitos de Fausto (FW Murnau, 1926) y El Golem (Carl Boese y Paul Wegener, 1920), siguen vigentes hoy día, su mensaje perdura, pues trata de la eterna condición humana, de su contradictoria nauraleza, de su perplejidad y la sinrazón que en la razón se enrosca como una serpiente.

.....Se denomina cine expresionista alemán al realizado durante la República de Weimar (1918-33), es decir, durante la primera democracia alemana, con las instituciones culturales volcadas en fomentar todas las manifestaciones artísticas, y, entre ellas, el cine. Extrae su motivo y su peculiar forma de expresión en la corriente artística ya preexistente, surgida como reacción --oposición-- al impresionismo (donde la visión objetiva, generalizante y difusa, es sustituída por un subjetivismo esencial, volcado en el detalle singular, a veces tortuoso). El expresionismo tardaría en llegar al cine, teniendo en cuenta su existencia artística como tendencia ya consolidada en el ámbito de la pintura sobre todo (Kirchner, Kandinsky, Marc), pero también en la música (Schoenber, Berg, y, en menor medida, Stravinsky) o la literatura (Rilke, Musil, Kafka) desde los inicios del siglo XX.
.....Los cineastas aprovechan esta visión individualista y onírica de la existencia, que tanto prefiguraría el surrealismo, para llevarlo a un medio tan adecuado a esos fines como era el naciente cinematógrafo. Así los saltos en el tiempo --ya fueran al pasado, El Golem o Los Nibelungos; ya al futuro, Metrópolis--; el animismo de los objetos, ya fueren sombras, ya decorados imposibles; los contrastados claroscuros apoyados en un irreal blanco y negro; el dinamismo del montaje (casi de cámara fija, en planos superpuestos) alternando abruptamente los planos cortos y los largos, el plano general y el detalle significativo; los filtros y el maquillaje, los escenarios sombríos y alucinantes, siempre evocadores, subrayando las escenas. Fue un estilo que se forjó en Alemania, que apenas se extendió durante una década, pero que dejaría una impronta imborrable, sin la cual no se explicaría parte del cine que vendría después. Un ramillete de excelentes creadores, quizá influídos por aquella efervescencia vanguardista que en Weimar (Bauhaus), Dresde (Die Brücke) o Múnich (Der Blaue Reiter), pugnaba con París, se encargarían de desarrollar este movimiento. A ellos dedico este homenaje, el que mejor puede hacerse: la propuesta de sus films más representativos.

Los Films

.....Once son las películas que voy a proponer. No están todas las que son, pero sí que, indudablemente, son todas las que están. Unas más conocidas, otras menos, todas ellas fundamentan el Séptimo Arte, forman parte de sus sillares más recónditos, aquellos sobre los que se levanta el gran edifico del cine, son su sustrato más profundo, la roca madre capaz de aguantar el peso del soberbio edificio cinematográfico (que ahora se corona, salvo escasas y honrosas excepciones, con meros objetos decorativos sobre una azotea de banalidad, simples banderolas de tejido sintético --objetos de consumo rápido e intrascendente-- colgando de las altas cornisas de la sólida mole multiversa erigida a base de excelsos e inolvidables fotogramas). Estas son las diez sugerencias:

1. 1920. El Gabinete del Dr Caligari (Das Kabinet der Doktor Caligari), Robert Wiene.
2. 1920. El Golem (Der Golem). Paul Wegener y Heinrik Galeen.
3. 1921. Las Tres Luces (Der Müde Tod). Fritz Lang.
4. 1922. Nosferatu: Eine Symphonie des Grauens (Nosferatu, una Sinfonía del Horror). F.W. Murnau.
5. 1922. Doctor Mabuse, el Jugador (Doktor Mabuse, der Spieler). Fritz Lang.
6. 1924. Los Nibelungos (Die Nibelungen --Sigfried + Kriemhild's Revenge). Fritz Lang
7. 1924. Der Letzte (El Último). F.W. Murnau.
8. 1925. Bajo la Máscara del Placer (Die Freudlose Gasse). Georg Wilhelm Pabst.
9. 1926. Fausto, Ein Deutsches Volkssage. F.W. Murnau
10. 1927. Metropolis. Fritz Lang
11. 1928. La Caja de Pandora (Lulú) (Die Büchse der Pandora). Georg Wilhelm Pabst.

.....Se repartirán en tres posts, con la siguiente distribución: 1, 2, 3 y 4 en el 1º post; 5, 6 y 7 en el 2º Post; 8, 9, 10 y 11 en el 3º Post.
.....Los archivos de los films estarán insertos, salvo en el caso del Doctor Mabuse cuya inserción está deshabilitada por el propietario de la página; en este caso se adjunta el enlace para acceder al sitio correspondiente de YouTube. Desde el mismo post, pues, desde el archivo inserto, se podrá ver en pantalla completa, o se podrá acceder, si así se desea, a la página de YouTube (como en el caso del Dr Mabuse) para verlo desde allí.
.....En cada película se adjuntará una ficha artística y técnica, y una breve sinopsis del guión.
.....Dado que cada película se acompaña con una banda sonora, me ha parecido superfluo añadir al post, en este caso, archivos musicales.
.....Pero sí se nutrirá cada post con la pertinente Galería, que, como es fácil deducir, estará consagrada al expresionismo alemán: Ernest Ludwig Kirchner (miembro de Die Brücke --El Puente), Franz Marc (componente, junto a Kandinsky, de Der Blaue Reiter --El Jinete Azul) y Otto Dix (afecto a la Neue Sachlicheit --Nueva Objetividad), ilustrarán cada post con una selección --en esta ocasión, no exhaustiva-- de sus obras.

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FILMOTECA 1

.....De las cuatro primeras cintas propuestas, tres son ya míticas en su género: el del cine de Terror. Se podría decir que en estos albores del que sería llamado séptimo Arte, en que los arcaicos medios debían suplirse a base de una gran imaginación, habida cuenta que no existía aún sonido, y ser, por tanto, un cine eminentemente de imágenes, los géneros estaban limitados a aquéllos cuyo relato pudiera sustentarse eminentemente en lo visual: Aventuras, Comedia, Terror, Historia.

.....El gran Orson Welles diría que en su etapa muda el cine ya lo habría inventado todo (como medio expresivo, técnicamente hablando), todo lo que después, con el advenimiento del sonido y el color no sería sino un desarrollar y adornar lo que allí, desnudo, ya había sido creado. Esto aserto, que no tiene nada de exageración, se revelaría completamente acertado no más con el visionado de una docena de extraordinarias películas de diversos géneros. A: El Nacimiento de una Nación o Intolerancia, ambas de D.W. Griffith, a la que se añadiría posteriormente El Acorazado Potemkin, como paradigmas del cine histórico; la comedia de Mack Sennet, primero, que descubriría al vagabundo Charlot, al gordo Faty o al serio Buster Keaton, para que después éstos realizaran su propio trabajo en excelentes películas (El Chico, La Quimera del Oro, El Héroe del Río o El Maquinista de la General; las aventuras de Douglas Fairbanks, Valentino o Novarro, en Robin Hood, El Ladrón de Bagdad o Ben Hur; el Cine de Terror ofrecería la mejor expresión de este naciente arte.

.....El Gabinete del Doctor Caligari, El Golem y, sobre todo, Nosferatu, pertenecerían eminentemente a este género, Las Tres Luces, el film menos conocido de los cuatro, siendo inquietante (la mera estética expresionista ya abundaba en este efecto) lo es de una manera más metafísica, pues que de la relación entre el amor y la muerte allí se trata. Las tres primeras son obras maestras absolutas, la cuarta no les va a la zaga, e introduciría a uno de los más grandes e imaginativos directores de la historia del cine: Fritz Lang. De Murnau mucho cabría decir, junto a Lang desarrollaría su carrera en EEUU tras el advenimiento de los nazis al poder en Alemania (y junto a él superaria con éxito el corte que para muchos supondría el paso del cine mudo al sonoro). El expresionismo sería tachado por el nuevo régimen de arte degenerado, y, obviamente, a los artistas que lo realizaban, fueran o no judíos, se los tildaba de personas non gratas. Es por eso que el gran cine alemán tiene su explosión en la República de Weimar y se eclipsa con la llegada de Hitler y sus secuaces al poder. A EEUU le vendría bien, todos aquellos talentos emigrarían allí para seguir sus carreras, con lo que el cine norteamericano se enriquecería con su savia (a Murnau y a Lang, habría que sumar, sin ir más lejos a Mayer o a Erich von Stroheim, entre otros muchos).

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El Gabinete del Dr Caligari (Das Kabinet der Doktor Caligari)

Año: 1920

Duración: 73 minutos

Director: Robert Wiene

Guión: Carl Mayer, Hans Janowitz

Fotografía: Willy Rameister (B&W)

Intérpretes: Werner Krauss, Conrad Veidt, Friedrich Feher, Lil Dagover,

Rudolf Klein-Rogge, Hans Heinz von Tawardowski

Productora: Decla Bioscop

Sinopsis

Uno de los grandes clásicos del cine de terror. Sentado en un banco de un parque, Francis anima a su compañero Alan para que vayan a Holstenwall, una ciudad del norte de Alemania, a ver el espectáculo ambulante del doctor Caligari. Un empleado municipal que le niega al doctor el permiso para actuar, aparece asesinado al día siguiente. Francis y Alan acuden a ver al doctor Caligari y a Cesare, su ayudante sonámbulo, que le anuncia a Alan su porvenir: vivirá hasta el amanecer. (FILMAFFINITY)

Dos versiones, la segunda restaurada consevando color y tonos originales;
ambas subtituladas en castellano.

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El Golem (Der Golem)

Año: 1920

Duración: 85 minutos

Director: Paul Wegener y Heinrik Galeen.

Guión: Paul Wegener & Henrik Galeen (Novela: Gustav Meyrinck)

Fotografía: Karl Freund (B&W)

Intérpretes: Paul Wegener, Albert Steinrück, Lyda Salmonova, Ernst Deutsch,

Hans Stürm, Max Kronert, Otto Gebühr, Lothar Müthel, Loni Nest

Productora: Projektions-AG

Sinopsis

Clásico del cine mudo alemán que cuenta la leyenda de una estatua: el Golem. En el siglo XVI, en el gueto de Praga, vivía el Rabino Löw, mago y maestro en el arte de la nigromancia. Para evitar la expulsión de los judíos, ordenada por el emperador Rodolfo II, modeló la figura de arcilla del Golem e invocó al espíritu de Astaharot para que le otorgará la vida. Sin embargo, cuando los judíos consiguen quedarse en la ciudad, y el Golem salva la vida del emperador, el rabino trata de invalidar su conjuro y quitarle la vida porque ya ha realizado su cometido. Pero cuando un sirviente, cegado de amor, se la devuelve, la figura de arcilla escapa de la influencia humana y se convierte en una amenaza. Esta obra maestra del expresionismo, claro precedente del mito de Frankenstein es, seguramente, la primera gran película sobre monstruos de la historia del cine, porque otras dos versiones, también de Paul Wegener con el Golem como protagonista, desgraciadamente se han perdido para siempre. (FILMAFFINITY)

Versión española, sin filtros

Versión Inglesa, con filtros

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Las Tres Luces (Der Müde Tod)

Año: 1921

Duración: 105 minutos

Director: Fritz Lang.

Guión: Fritz Lang, Thea von Harbou

Fotografía: Bruno Mondi, Erich Nitzschmann, Herrmann Saalfrank,

Bruno Timm, Fritz Arno Wagner (B&W)

Intérpretes: Lil Dagover, Walter Janssen, Bernhard Goetzke,

Rudolf Klein-Rogge, Hans Sternberg, Erich Pabst

Productora: Decla-Bioscop AG

Sinopsis

Dos jóvenes enamorados viajan en diligencia y, de repente, se une a los viajeros un misterioso desconocido. El vehículo se detiene en una posada, y el desconocido desaparece con el joven. La muchacha busca desesperadamente a su novio y, cuando descubre que es la Muerte quien se lo ha llevado, le implora que se lo devuelva. La Muerte le muestra tres velas (vidas) a punto de extinguirse y le explica que sólo podrá recuperarlo si logra salvar alguna de ellas. (FILMAFFINITY)

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Nosferatu: Eine Symphonie des Grauens (Nosferatu, una Sinfonía del Horror)

Año: 1922

Duración: 94 minutos

Director: F.W. Murnau.

Guión: Henrik Galeen

Fotografía: Fritz Arno Wagner (B&W)

Intérpretes: Max Schreck, Alexander Granach, Gustav von Wangenheim,

Greta Schröeder, GH Schnell, Ruth Landshoff, John Gottowt, Gustav Botz

Productora: Prana-Film GmbH

Sinopsis

Año 1838. En la ciudad de Wisborg viven felices el joven Hutter y su mujer Ellen, hasta que el oscuro agente inmobiliario Knock decide enviar a Hutter a Transilvania para cerrar un negocio con el conde Orlok. Se trata de la venta de una finca de Wisborg, que linda con la casa de Hutter. Durante el largo viaje, Hutter pernocta en una posada, donde ojea un viejo tratado sobre vampiros que encuentra en su habitación. Una vez en el castillo, es recibido por el siniestro conde. Al día siguiente, Hutter amanece con dos pequeñas marcas en el cuello, que interpreta como picaduras de mosquito. Una vez firmado el contrato, descubre que el conde es, en realidad, un vampiro. Al verle partir hacia su nuevo hogar, Hutter teme por Ellen.

"Nosferatu" fue una libre adaptación de la novela de Bram Stoker ”Drácula” a la que se cambió el nombre para no tener que pagar derechos de autor. La viuda de Stoker logró que se reconociese la autoría, y obtuvo una orden judicial para destruir los negativos y todas las copias de la película. Las copias distribuidas en el resto del mundo impidieron su total desaparición. (FILMAFFINITY)

Dos versión españolas, con banda sonora de Hans Herdmann