martes, 15 de octubre de 2013

Todo es nada (1) - GALERIA: M.C. Escher (1)





A modo de presentación
     No, no es que el poema que será el sujeto de los siguientes cinco posts necesite de explicación o presentación, que los poemas se explican --o no-- y se presentan --o no-- cuándo y cómo a ellos mismos les es dado entender; so pena, claro está, que desventremos sus entrañas, lo sajemos y pretendamos hacer algo así como una autopsia por adelantado de lo que aún no sólo está vivo sino que empero más no ha nacido en los ojos del lector. Por tanto no se trata de justificar lo injustificable (todos los poemas lo son, en esencia, como no sea que justifiquen una carencia del autor: la que le motiva para su realización), sino de prevenir o alertar del peligro que la lectura de todo poema implica. Sí, sí, han leído bien: pe-li-gro. La poesía es un arma cargada de futuro, dijo un poeta peligrosísimo llamado Gabriel Celaya, y lo dijo a sabiendas de la carga explosiva que portan los versos. De todas formas, existen armas y armas, unas más letales y otras menos, hasta las hay que no tiene sino una función mendaz, me refiero a esa, denominadas de fogueo, que disparan salvas en vez de proyectiles. Pero, vamos, estábamos en que toda poesía es peligrosa, alguna altamente vivífera (por más que mortífera de lo muerto), incluso las más aparentemente inocuas como la romántica, llena de suspiros, llantos por amores imposibles, melífluas declaraciones de intenciones o lamentos ante el infausto destino, o la bucólica, con sus gratas arcadias amenizadas por dulces trinos de aves canoras, hieren el alma o el corazón de quien las lee o las escucha (por, ay, inalcanzables), y al herirlo, en mayor o menor medida, lo transforman. 

.....El poema que, titulado Todo es nada, seguidamente se irá devanando quizá no tenga el agudo filo del acero ni la contundencia de la maza, antes bien, por época y carácter, le toca estar cargado de metralla. Artefacto humilde y casero, eso sí; no se espere tecnología punta, nada de bomba de racimo o similar. Artilugio ingenioso, eso también, en que al irse detonando (los ojos del lector serán quienes lo activen), esparcirá sus esquirlas por las mentes despaercibidas. El daño provocado, de todas formas, tampoco será mucho (a parte del inferido en el tiempo empleado en leerlo y no aplicado, por tanto, a realizar otra labor más satisfactoria o rentable). La metralla que porta es de alcance limitado, y, en cierto modo, como esa tinta que desaparece al poco tiempo de ser plasmada sobre el blanco papel, no llega sino a producir ligeras molestias en las meninges, cuando no un ligero hastío pasajero. 
.....Más no he de decir a cerca del poema, si no quiero derivar en forense: he avisado, con eso doy por cumplida mi obligación de cortesía y lealtad hacia el previsible o insospechado lector. Sí, en cambio, unas breves palabras tanto para el ilustrador de los cinco siguientes posts, como al compositor invitado que preste su obra para amenizar la lectura (o no). 
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.....Mauritius Cornelis Escher es uno de esos artistas dotados de un carácter singularísimo, propio, original. Contemporáneo de sus contemporáneos (expresionista, surrealista, simbolista), no deja de tener su propia voz, y ésta es una voz polifónica, dodecafónica, serialista: tessellation se ha denominado a la  técnica o lenguaje expresivo de su obra más característica, en la cual un leit motiv se repite, se imbrica en su opuesto, se replica infinitamente, creando imágenes que tienen su correspondencia con lo que mucho tiempo después ilustrará la Teoría del Caos ordenado y sus representaciones fractales. Cuando aún el matemático Mandelbrot no había elaborado su teoría sobre la Teoría de la Medida, ni hallado su figura paradigmática que lleva, en su honor, por nombre Conjunto de Mandelbrot, Escher ya coqueteaba con esa idea, quizá percibida por él en un aire que ya la estaba sugiriendo (ya se sabe que los artistas ven mucho antes de que lo hagan los científicos). No sería el suyo, en la forma expresiva, un arte gráfico convencional, pues se decantaría, en detrimento del óleo (que jamás utilizaría), por el menos usual de la litografía y la xilografía, alguna acuarela y, por supuesto, el fundamental dibujo. 

.....Paul Hindemith nos pone la música. Compositor que, al igual que sus contemporáneos Stravinsky y Bartok (apenas diez años más jóvenes), funda los pilares de la música culta moderna. Sin adoptar la vía rupturista de los Schoenberg o Alban Berg dodecafonistas y serialistas, y aún fuertemente influido por Bach, al igual que los dos compositores primeramente citados, abundaron en los nuevos territorios que la música abría en el atávico tejido folclórico de sus países de origen (ya fuera Rusia, Hungría, Rumanía, Bulgaria o Alemania, en su caso). Los tres, Stravinsky, Bartok y Hindemith, ahondarían en esas raíces musicales para, con ellas, nutrir una nueva floración musical, injerto, pues, de clasicismo --siempre revisitado por los tres-- y vanguardia --conquistada, en igual medida, por los tres. Se ofrecerá una amplia panorámica de su obra: música de cámara, conciertos, poemas sinfónicos, colección de lieder, requiem y suites de ópera (realizaría varias muy comprometidas y controvertidas, que llevaron al Tercer Reich a tacharlo de arte degenerado, lo que provocó, consecuentmente, el exilio del compositor a Suiza y Los EEUU. Recuerdo aquí, de paso, el episodio ya narrado en un anterior post dedicado al director Wilhelm Furtwängler, en el cual mientras éste realizaba los ensayos de la ópera Matías el pintor --Mathis der Maler--, inspirado en Matías Grünewald, a instancias del todopoderoso Goebbels fueron prohibidos, y el músico --cuya mujer era hija de judío-- hubo de salir precipitadamente del país).
.....Los libretos de elección para sus composiciones vocales y operísticas están elegidos entre las obras de reconocidos poetas y escritores (Walt Whitman --When Lilacs Last in the Dooryard Bloom'd--; Rilke --Marienliben, Six Chansons--; Bertolt Brecht --Lehrstück--; Oskar Kokoschka --Mörder Hoffnung der Frauen--; Franz Ferdinand --Cardillac--; o Thornton Wilder --Das Lange Weihnachtschmahl; entre otros).

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Todo es nada 
(1)

I

¿Y si todo fuese nada?
¿Y si nada fuese?
¿Y si éste nuestro nacer, crecer, madurar, envejecer y morir
no fuera sino todo imaginado por la nada que todo es?
¿Y si nuestros desvelos son vanos,
nuestras alegrías fútiles,
nuestros temores ciertos?
¿Y si mientras o si después
sin mientras ni después existieran?
¿Y si todo no es más que sueño,
sueño de la nada que se sueña algo?
¿Y si éste nuestro querer,
no es sino querer ser algo,
porque, en realidad, nada se es?
¿Y si éste nuestro desear,
no es sino huida de la nada
hacia lo posible de algo,
aun a sabiendas de que todos los algos
parte son de un todo que es nada?
¿No es el desear, inagotable,
la prueba fehaciente de que nada es posible,
y de que sin posibilidad de ser, nada es?
¿No es el querer, la constatación
del fracaso del ser algo que quiere
constantemente ser otra cosa,
o del ser nada que quiere ser algo distinto a lo que no es?
¿No es el amar un énfasis del ser
por huir de la nada que se es
para llegarse hasta el otro,
por ver si éste fuese algo, y cobijarse en él
para sentirse de algo parte?
(¿Y no es el enamoramiento
un sueño dentro del sueño,
una quimera dentro de una ilusión,
que permite no ser consciente
de la nada que se es,
pues que anda uno fuera del no-ser que no es
en busca de algo que sí cree que siente?)

II
Sombras, no más que sombras,
sombras de nada imaginándose algo,
soñándose algo, desde la nada más absoluta.
Acaso no exista el universo,
acaso no exista lo que creemos ver y sentir,
y quizá sólo estemos inmersos en un sueño:
el sueño de la nada que, creyéndose Dios,
sueña que es todo.
Nunca ha habido Big-Bang, ni principio,
pero eso nunca podremos saberlo
porque sólo somos parte de un sueño,
y los sueños no pueden saber de la realidad,
pues ésta se encuentra del otro lado
del dormido --y del otro lado de la nada no hay nada,
puesto que... todo es nada y nada se extiende por todo.
Tampoco imaginamos un final,
porque los sueños no lo tienen,
más que el despertar.
Si, forzando nuestra imaginación,
podemos imaginar que la nada un día despierta
--de ese sueño en que cree ser todo,
y del que nosotros formamos parte--
se encontraría cara a cara con su cruel realidad:
nada hay, nada había, nada habrá,
ni tan siquiera sueño, porque...
todo es nada,
por más que sea nada como dormida,
e imaginemos como que sueña.

III
¡Cuánta nada en todo!
¡Qué cantidad de algo, y todo diferente!
La imaginación o el sueño de nada,
¡qué lleno de todo se muestra!
Un todo lleno de infinitos algos,
que no son nada a su vez;
un todo, por tanto, tan lleno de nada.
Cuanta nada sintiéndose, creyéndose, algo,
estafándose a sí misma,
y estafando a sus algos, que nada son,
haciéndoles creer que son algo.
Sólo así es posible entender lo que es:
que es nada, una nada cansada o inconformista
de no ser más que nada, es decir, de no ser nada,
y que un momento, parecido terriblemente
a otra infinidad de momentos, decide dejar de no ser nada
para ser algo.
Pero lo que no entiende, de tanto pensarse,
es que al ser todo nada, ninguna otra cosa puede ser
que no sea la misma nada que siempre ha sido,
por lo que, como toda alternativa, se sueña, se imagina,
que es todo, y sueña e imagina
lo que todo puede contener,
pero al ser soñado por nada, verdaderamente,
nada soñada será.
Pero, y ahí reside la mayor crueldad,
los distintos algos, que la nada sueña o imagina que es,
desconocen esta última (o primera) verdad:
que nada son, porque nada los sueña.
Creyendo por tanto ser algo descubren un día,
no obstante, con horror, que nada hay en ellos,
que todo no es más que ilusión,
que son sombras, sueños nada más,
y que, si son francos y sinceros consigo mismos,
descubrirán que ni sombras son, sino nada;
nada queriendo ser algo sin conseguirlo,
nada en perpetuo trance de querer ser algo,
nada defraudada, nada cansada de ser nada
que ha de resignarse a seguir siéndolo
porque... todo es nada,
y más allá de nada, nada hay.

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GALERÍA


Mauritius Cornelis Escher
1898-1972


Obra Temprana
(1919-1921)
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Portrait of a Bearded Man, 1919
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Skull, 1919
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Twon Tree, 1919
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White Cat, 1919
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Self Portrait in a Chair, 1920
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In Mesquitas Classroom, 1920
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Roosje Inge Housz, 1920
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Seated Female Nude, 1920
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Seated Female Nude, 1920
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Female Nude in a Landscape, 1920
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Seated Female Nude, 1921
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Flor de Pascua, La Pensée, 1921
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Flor de Pascua, Scapegoat, 1921
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Egiht Heads (basic block), 1922)
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Eight Heads, 1922
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Eight Heads, 1922
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Mural Mosaic in the Alhambra, 1922
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Palm Tree, 1923
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Self-Portrait, 1923
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Periodo Italiano (1922-1935)
Pintura Religiosa y Mitológica
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Paradise, 1920
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The 1st Day of the Creation, 1922
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The 2nd Day of the Creation, 1925
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The 3th Day of the Creation, 1926
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The 4th Day of the Creation, 1926
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The 5th Day of the Creation
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The 6th Day of the Creation, 1926
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The Fall of the Man, 1920
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The Fall of the Man, 1920
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The Fall of Man, 1927
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Periodo Italiano (1922-1935)
Paisaje urbano -Caprichos .
Ravello, 1923
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Ravello, 1923
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San Gimignano, 1923
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San Gimignano, 1923
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Rome and the Griffin Borghese, 1927
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Citadel of Calvi, Corsica, 1927
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Procession in Crypt, 1927
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Kairouan, Tunisia, 1928
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Afedena, Abruzzi, 1928
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Atrani, Coast of Amalfi, 1928
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The Tower of Babel, 1928
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Castle in the Air, 1928
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The Drowned Cathedral, 1929
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Corte, Corsica, 1929
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Fara San Martino, Abruzzi, 1929
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Barbarano, Cimino, 1929
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Street in Sacano, Abruzzi, 1930
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Castrovalva, 1930
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The Bridge, 1930
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Fumara Calabria, 1930
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Tropea, Calabria, 1931
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Cloister near Roca, 2931
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Covered Alley in Atrani, 1931
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Farmhouse, Ravello, 1931
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San Cosimo, 1932
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Porta Maria dell'Ospidale, 1932
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San Michele del Frisone, Rome, 1932
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Temple of Segeste, Sicily, 1932
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Cave Dwelings (near Sperlinga), Sicily, 1932
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Cloyster of Monreale, Sicily, 1933
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Palm, 1933
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Pineta of Calvi, Corsica, 1933
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Pineta of Calvi, Corsica, 1933
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Fireworks, 1933
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Old Olive Tree, 1933
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Candle Mirror, 1934
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Still Life with Spherical Mirror, 1934
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Nocturnal Rome: Colonnade of St Peter, 1934
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Nocturnal Rome: Trajan's Column, 1934
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Nocturnal Rome: Castel St'Angelo, 1934
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Nocturnal Rome: Colosseum, 1934
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Inside St Peter, Rome, 1935
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