martes, 23 de diciembre de 2014

Romance de Navidad 2014 (II) - GALERÍA: Los Magos de Oriente 2 (1515-1600)





Entonces Herodes llamó a parte a los Magos y,
gracias a sus datos, pudo precisar
el tiempo de la aparición de la Estrella.
(Mt 2, 7)


Romance de Nochebuena
2014

Cuento de Navidad

(II)


Los Magos ante Herodes
Juntos llegan a Palacio,
y ante Herodes se presentan,
los tres monarcas que vienen
allende lejanas tierras.
El rey se siente halagado,
mas el motivo le inquieta:
ese interés suscitado
por la extraña confluencia
de una señal de los cielos
con augurios de profetas,
capaz de movilizar
a la erudición más regia,
le pone en guardia, pues siente
confirmarse sus sospechas:
algo puede suceder
que requiere estar alerta.
Herodes los agasaja,
los regala y los contenta
para ganar su favor
y con él su connivencia;
les invita a que le informen
del lugar donde aparezca
ese rey profetizado
y anunciado por la estrella.
Quiere —les dice, taimado—
acudir a su presencia
y rendirle pleitesía
con veneración sincera.
Intenta ser convincente,
con su intención encubierta
tras palabras fementidas
y una retórica huera.
Los Magos, que bien conocen
cómo es el rey de Judea,
y que saben reconocer
las palabras insinceras,
avisados, la corriente
le siguen y representan
el papel que Herodes quiere,
simulando su aquiescencia.
Pero, en secreto, resuelven
esperar a ver quién sea
el mesías anunciado
para dar justa respuesta.
Con buenos deseos parten
los Magos hacia su meta:
encontrar a quien señala,
con su dirección, la estrella.
Yazir, el espía
Es Yazir un fiel sirviente,
capitán, para más señas,
de la guardia personal
que al rey Herodes tutela.
De nacimiento fenicio,
mercenario de carrera,
participó, junto a Roma,
en las campañas de Persia.
Nueve años de servicio
y probada competencia
le avalan para el encargo
que Herodes le encomienda:
será los ojos del rey,
sus oídos, sus antenas,
que acompañando a los Magos
de sus actos le dé cuenta.
No confía el rey Herodes
en las simples apariencias,
tampoco confía en nadie
por muy sabio o rey que sea,
por ello ordena a Yazir
vigilar desde muy cerca
los movimientos del trío
de eruditos por sus tierras.
Deberá rendirle informes
de todo cuanto acontezca:
a dónde vayan, con quién
se entrevisten, cómo procedan;
y, sobre todo, si es cierto
lo que auguran los profetas,
si los Magos dan, al fin,
con aquél a quien se espera.
Es Yazir un hombre práctico
y eficiente en sus tareas,
refractario al titubeo
y enemigo de dilemas.
Mas, secretas, en su alma
las convicciones fermentan,
liberando mil preguntas
en busca de una respuesta.
Mientras marcha con los Magos,
con ellos, cauto, conversa,
opina, pregunta, escucha,
duda y, ante todo, piensa.
En los Magos reconoce
la honradez y la nobleza
esenciales a un espíritu
conquistador de entelequias.
De manera imperceptible,
en su hermética conciencia,
las palabras y argumentos
de los Sabios abren brecha:
una nueva luz, difusa,
por la fisura penetra
haciendo que se iluminen
sus más profundas creencias,
esas que antes, soterradas,
inactivas residieran,
y que ahora, iluminadas,
le demandan consecuencia.
Tantos años sin preguntas
que cuestionen su experiencia,
desembocan, sin buscarlo,
en ancho mar de respuestas.
Ganado para la causa
que los Magos representan,
sus informes se convierten
en incómoda tarea,
que resolverá, ingenioso,
recreando las reseñas,
ocultando la verdad
cuando ésta comprometa;
mirando más por lo Magos
y celando por su empresa,
que actuando, para Herodes,
cual celoso centinela.
Salvoconducto es Yazir
e inestimable licencia
para que los Magos vayan
seguros hacia su meta.
En camino
Es diciembre y hace frío
en la noche de Judea;
el firmamento tirita
en la luz de las estrellas.
Sólo una, de entre todas,
al frío parece ajena,
una que arroja, dorado,
un rayo sobre la tierra.
Un rayo que sólo ven
quienes buscan luces nuevas:
quienes curiosos indagan,
quienes pacientes esperan;
aquellos que como niños
imaginan la existencia,
para quien todo es posible
en una noche cualquiera.
Es la señal que a los Magos
indica dónde se encuentra
aquél al que van buscando
por campos y tierras yermas.
Hacia allí guían sus pasos.
Es noche de luna nueva,
y sus figuras son sombras
en la noche fría y negra.
El viento sopla inclemente
entre el vacío y la ausencia,
arrancando mil gemidos
a las invisibles peñas.
De repente, unos sonidos
inconfundibles les llegan,
son de algarada y bullicio,
de guirigay y de juerga...
Por la negrura, cantando,
unos pastores se acercan
apenas iluminados
por artesanas candelas
que hacen los campesinos
con engrasada estameña
embutida en dura caña
y recubierta de cera.
Los sones del caramillo
el frío viento atemperan
y al gemido de las rocas
lo encubren las panderetas.
Al encontrarse a los Magos
les participan la fiesta,
con ellos hacen camino
y con ellos se entremezclan.
Preguntados, por los Reyes,
del porqué de su verbena,
de su alegre romería
en una noche tan gélida,
los pastores, vehementes
y risueños, les contestan
que han sido convocados
por una extraña presencia,
por un ser extraordinario
descendido de una estrella,
parecido en todo a un ángel
de luminosa apariencia,
quien con deslumbrante voz
les daría buenas nuevas:
en un portal de Belén
ha nacido a quien se espera...
La emoción ha de esperar
poco más de media legua,
que salvan, alborozados,
apenas sin darse cuenta.
Cuando ya a los arrabales
se aproximan de la aldea
un pabilo tembloroso
los conduce hasta una venta;
huele a humo de cocina:
a las viandas y a la leña
que dándose al fuego están
en cebadas chimeneas.
Y, llegados, les informan
que una joven parturienta
sobre un pollino, esa tarde,
pararía ante su puerta.
Y que con ella iba un hombre
que, de la brida, a la bestia
conducía con dulzura
y sosegada paciencia;
no les pidieron posada
sí, en cambio, agua fresca,
y un lugar donde guardarse
de la fría noche negra;
gente pobre era a juzgar
por su austera vestimenta,
les diría el posadero
con inconfundibles señas,
para después informarles
que, a pesar de su pobreza,
era el suyo el buen talante
propio de la gente buena.
A la salida del pueblo
se halla un portal que es boyera
donde tiene el buey pesebre
y los ratones hacienda.
Es el lugar donde, dicen,
ha parado la pareja;
allí podrán encontrarlos
sobre la paja reseca.
Magos y pastores van
del hecho haciéndose lenguas:
¿Quién es ese, que los ángeles
anuncian y los profetas,
que elige para nacer
una mísera boyera
y no una lujosa cuna
en estancia palaciega?

(continuará)


GALERÍA
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ADORACIÓN DE LOS MAGOS
2
(1515- 1600)

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Jan de Beer (1515)
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Jacob Cornelisz. van Oostsanen, 1515
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Unknown Master, flemish (1515)
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Gerard David (c 1515)
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Joos van Cleve (1515)
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Joos van Cleve (1515-20)
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Joos van Cleve (1515-20)
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Triptych (panel central) - Joos van Cleve (1515-20)
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Giovanni Francesco Bembo, 1516
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Hieronymus Bosch (1515)
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Hieronymus Bosch (1516)
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Correggio (1516-18)
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Mesiter der von Groteschen Anbetung (1516-19)
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Jacob Cornelis va Ostsanen (1517)
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Joos van Cleve, 1517-18
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Unknown Master, flemish (1518)
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Correggio, 1516-18
.
Jacopo Pontormo, c 1520
.
Jacopo Pontormo, c 1520
.
Gerard David, ca 1520
.
Joos van Cleve (c 1520)
.
Unknown Master, flemish (1520)
.
Master of 1518
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Unknown Master, german, c 1520
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Unknown Master French, n.d. (16th century?)
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Unknown Master, german (1520)
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Defendente Ferrari (1520)
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Netherlandish (Antwerp Mannierist) Painter, 1520
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Jan Mostaert (1520's)
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Jan Mostaert (1520-25)
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Ludovico Mazzolino, 1522
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Baldassare Peruzzi (1522-23)
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Adoration of the Wise Men - Albrecht Dürer (1524)
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Antwerp School, circa 1525
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Simon Bening (1525-30)
.
William Stetter (1526)
.
Quentin Massys (1526)
.
Quentin Massys (1526)
.
Joos van Cleve (1526-28)
.
Alonso de Berruguete (1526-32)
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Girolamo da Tresviso (1524-35)
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Unknown Master, Antwerp (c 1530)
.
Master of Hogstraeten, before 1530
.
Master of A. B. Monogram, 1530
.
Pieter Coecke van Aelst (c 1528)
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Pieter Coecke van Aelst (c 1530)
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Adoration of the Magi, Shepherds and Angels - Pieter Coecke van Aelst (c 1530)
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Pieter Coecke van Aelst (c 1530) (adorazione, anunziaciones e riposo della fuga in Egitto)
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Pieter Coecke van Elst 
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Benvenuto Tisi (c 1530-40)
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Giovanni Battista Ortolano (c 1530)
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School of Joos van Cleve (c 1530)
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Dosso Dossi (1530-42)
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Gaudencio Ferrari (1532-25)
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Benvenuto Tisi da Garofalo (1534)
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Andrea Schiavone (1540-60)
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Jacopo Bassano (1542)
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Gaudencio Ferrari (fresco) (1544-45)
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Girolamo da Carpi (1545-50)
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Giorgio Vasari, 1547
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Taddeo Zuccari (c 1550)
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Peter Brueghel the Elder (1555)
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Peter Brueghel the Elder (1556-62)
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Pieter Aertsen (1560)
.
Pieter Aertsen (1560)
.
Giovanni Battista Moroni (c 1560)
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Tiziano Vecellio (1561)
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Jacopo Bassano the Younger (1562)
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Peter Brueghel The Elder (1567)
.
Peter Brueghel The Elder (1567)
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Pieter Brueghel The Elder (1567)
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Francesco Bassano the Younger (Segunda mitad  s XVI))
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Unknown Master, Northern Renaissance, s XVI
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Luca Cambiaso, 1550's
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Prospero Fontana (1512-1597)
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Fray Nicolás Borrás (1570)
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(École de) Frans Floris  (1571)
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Paolo Veronese (c 1570)
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Paolo Veronese (1573)
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Paolo Veronese (1582)
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Jacopo Bassano (1580-85)
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Giacopo Tintoretto (1582)
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Paolo Farinati (1585-90)
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Paolo Farinati (1580-90)
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Bartholomaeus Spranger (1595)
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Jan Brueghel the Elder (1598-1600)
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Jan Brueghel the Elder (1598-1600)
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Marten van Valckenborch, n.d. (1534-1612)

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