sábado, 6 de septiembre de 2014

PARPADEOS DE ETERNIDAD (V) - Eves whitout leaves: A Photographer's Trilogy (II): John Everard, Las Sombras al Desnudo





John Everard
Las Sombras al Desnudo

.....En esta trilogía de fotógrafos, a la que he bautizado oportuna pero nada originalmente con el sugerente e ilustrativo título de su primer trabajo conjunto, Eves whitout leaves (Evas sin hojas), hay uno de ellos, el primero ofrecido en este blog, en la anterior entrada, Horace Roye, que se distingue formal y estilísticamente de los otros dos, cuyo mutuo parecido es patente. Patente, sí, pero que, en lo que a mi juicio crítico se refiere —forjado por la simple labor de observación—, pese a lo semejante de sus estilos, si uno se fija bien, éstos se fundan en principios opuestos: mientras uno, Everard, pinta sus instantáneas con las sombras que en el juego con la luz los cuerpos proyectan; el otro, Bird, basa su opción en el efecto contrario: es la luz la que aflora al primer plano, la que resalta volúmenes y perfiles. Esta distinción, que quizás pase desapercibida en un primer vistazo, o a la observación poco atenta, a mí se me hace evidente. Everard juega con las perspectivas y los focos luminosos para resaltar, con las sombras así provocadas en los contornos desnudos de sus modelos, la sensualidad de las formas. Incluso es capaz de, mediante esa elipsis que la sombra es de lo aparente, sugerir en otro nivel, en otro estado emocional, de otra manera, la perfección que allí, en esas sombras, se oculta. Everard y Bird juegan al mismo juego pero desde riberas opuestas; Roye, en cambio juega a otra cosa. Los tres, en sus respectivos juegos —juegos que pertenecen al seductor ámbito del desnudo femenino— crean una obra fotográfica especialmente bella e interesante, de gran calidad artística, y, en cierto modo, alejada de la mera función excitante o estimulante de la sensibilidad más ordinariamente erótica del observador. No es que sus espléndidos trabajos carezcan de ese efecto estimulante (y hasta excitante) que de forma directa o indirecta buscan las reproducciones de desnudos (preferentemente los femeninos), antes al contrario, lo causan en grado superlativo, por cuanto no sólo atañe a la líbido, o, al menos, no de forma especial o exclusiva, sino que es esa cualidad artística, que habla al intelecto y no sólo a las entrañas, la que ejerce de efecto multiplicador: se trasciende el mero plano físico inmediato de la excitación para invadir planos más elevados del sentir y la emoción. La emoción estética sobrepuja a la excitación sensual en los tres casos aludidos en esta trilogía.

.....Y es la excitación sobrepujada la que funda el valor de estas obras, la que extrapola, trascendiendo, el valor del desnudo más allá del mero objetivo voyeurista. Es, también, en resumidas cuentas, sobre la que se funda la emoción estética que la obra de arte en general comporta. Cuando hablamos de desnudo artístico es de esto de lo que hablamos, aún con más claridad y nitidez en la obra de la presente trilogía que en la obra de Mandel o Agélou. Roye, Everard y Bird pertenecen a otra categoría de propuestas estéticas, en lo que al desnudo se refiere; Man Ray sería, en esta distinción, el caso casi extremo, sobre todo en la parte experimental e innovadora de su obra, la más surrealista y dadaísta. Para Man Ray lo primero era el punto de vista artístico (valga decir creativo, si es que puede disociarse lo creativo de la excitación capaz de estimularlo), para, desde ahí, captar y capturar el fenómeno erótico presente en el desnudo femenino. Pues bien, los tres miembros de esta trilogía, pero más en los casos de los gemelos opuestos, Everad y Bird, tienden a esa perspectiva artística, pero lo hacen sin traspasar la línea de la representación realista; es decir, en su obra se representa el desnudo tal cual él es, sin modificar nada, sin buscar efectos distorsionadores, más que el juego de la luz sobre el escenario, la composición y la modelo adecuada. Nada se interpone entre la desnudez de las formas y el ojo observador en la propuesta de la trilogía, nada que no sea la modelo (su cuerpo, sus poses), la perspectiva (los planos, las vistas o enfoques) y la luz (con sus imprescindibles sombras). En Man Ray, en cambio, vemos cómo se sirve de sus innovaciones técnicas, de sus hallazgos en el montaje, la cámara oscura o la manipulación de los negativos, para aportar a la fotografía elementos que no están ahí, en la mera captura de la realidad aparente; es así cómo busca, desde ese erotismo implícito en el desnudo, realizar una obra de arte más cercana, en lo creativo, a la pictórica, menos imitativa de lo real.

.....Centrándonos en el autor motivo del presente post, John Everard, en su propuesta creativa combina magistralmente el refinamiento y elegancia formales con el misterio que luz y sombra siempre provoca. Sin buscar poses significativas (como ocurrirá en Bird), limitándose a fotografiar en primeros planos o planos medios los volúmenes revelados por el foco de luz (habitualmente lateral, cenital o picado) y, sobre todo, aquellos otros que permanecen en el reino de las sombras, unas sombras, por otra parte, reveladoras, por cuanto se convierten en zonas poderosamente significantes. Una de las características de lo erótico es lo sugestivo (por lo que atrae y emociona), lo sugerente (por lo que insinúa), lo que seduce por hallarse veladamente encubierto; eso es bien sabido: la danza de Salomé tiene un tan alto componente erótico gracias a los velos que van mostrando al tiempo que siguen encubriendo los insinuantes y lascivos movimientos de la hermosa bailarina. Es fácil deducir que si Salomé se hubiera mostrado desnuda desde un primer momento, el efecto de su danza no hubiera sido el que fue (con haber poseído, sin duda alguna, una alta carga de erotismo), a parte, obviamente, que no hubiera conseguido el propósito que perseguía (convencer a Herodes de la decapitación del Bautista), pues no se habría dispuesto de ese arma de presión chantaje emocional que la satisfacción gradual de un deseo (sabiamente postergada y astutamente dispensada) supone.

.....Esto es lo que Everard (y también, desde la perspectiva opuesta, Bird) procura y consigue al disponer de la luz como de un medio pictórico directo: con la luz, Everard pinta sombras cuyos pigmentos son los volúmenes del cuerpo desnudo. Son esos volúmenes los que diseñan las sombras que la luz alumbra. Y esos volúmenes, al ser hermosos, diseñan las sensuales y hermosas sombras que los revelan.
.....No se concibe la luz sin la sombra, si de objetos hablamos. La luz sola, la pura luz, no es nada sino desértico destello y espacio incandescente. La luz sola no es sino carencia, como lo es la impenetrable oscuridad. Sólo cuando la luz aparece en función de las sombras que provoca se convierte en fuente de prodigios, en sujeto creador de formas, en ente generador de objetos. En esto se basa la fotografía (sobre todo la fotografía en blanco y negro, pero también, en una medida menos evidente, pero no menos esencial, en la fotografía en color).

.....La fotografía en blanco y negro es la fotografía artística por antonomasia, pues su grado de imitación de la realidad se ve trastocado y modificado por los medios de que se sirve para su existencia, y, sobre todo, porque el resultado difiere ostensiblemente de lo real: la realidad que el ojo humano percibe, y que es la que nos sirve de referencia en nuestra existencia, es en color; pero claro, se dirá, esta apreciación de una realidad en color no es más que una característica propia y singular del cerebro humano, y más concretamente del órgano del sentido de la visión. Una imagen en blanco y negro no existe —así, como tal, para el ser humano— en la naturaleza, si no en la artificialidad generada por él, en la tecnología producto de su inteligencia. Pero una fotografía en blanco y negro, por sí misma, no es arte sino mimesis irreal de una realidad (en este caso un cuerpo desnudo). Lo que hace pertenecer a una instantánea en blanco y negro al mundo del arte es la carga significativa que posea, lo que desvele de la realidad capturada que va más allá de la simple imagen mimética, lo que sugiera del misterio de la existencia implícito en la imagen capturada pero de ordinario oculto, lo que nos ayude, en fin, a comprender mejor nuestra relación con el universo que nos rodea y al cual pertenecemos. El arte es la manera de que se sirve el ser humano para hacer más comprensible, bella y soportable la existencia. La fotografía en blanco y negro, desde su irreal juego de luces y sombras, desde su reino de grises matices y abruptos contrastes, nos ayuda a comprender y soportar mejor la cruda realidad —al dotarla de posibilidad alternativa a la aparente; una posibilidad creada por el mismo ser humano, fuente así de auto confianza y auto estima—, y lo hace desde el sentimiento estético que provoca, desde la emoción que induce su contemplación.

.....De forma semejante a Eadward Muybridge (y posiblemente influido por él), Everard, además de fotografiar las sombras al desnudo, en su trabajo The Artist's Model realizó varios estudios sobre secuencias fotográficas de la modelo (modelo en movimiento), convertida en centro de un círculo desde cuya circunferencia es fotografiada en varias ocasiones, a intervalos angulares regulares (de 90º o 30º, preferentemente), ofreciendo así perspectivas diferentes, y simultáneas, de la misma imagen, o bien diversas poses de la misma modelo desde la misma perspectiva.
.....Otro de sus trabajos es Oriental Model, dodne el fotógrafo expone diversos desnudos de varias de las etnias más representativas de aquella seductora parte del mundo (a nivel artítico, aunque no sólo). Centrándose preferentemente en la mujer japonesa, satisfaciendo así el interés que en occidente venía aumentando si parar desde que los impresionistas, allá a finales del siglo XIX, descubrieran el arte nipón, y expresamente sus pinturas xilográficas, realizadas mediante grabados en madera, o arte ukiyo-e (pinturas del mundo flotante).
.....En su Nudes Study Outdoors, Everard se acerca a la propuesta más estéticamente bucólica de Roye, pero siempre conservando su característico tratamiento de la luz. En este trabajo también se acerca a Bird, pues en ocasiones es la luz la protagonista significativa y no las sombras (resultando por ello más escultórico que pictórico). 

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PUBLICACIONES DEL AUTOR
(por orden cronológico)

Adam's Fifth Rib (Chapman & Hall Ltd., London. 1935)
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Life Lines (Chapman & Hall Ltd., London. 1936)
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Living Colour (George Routledge & Sons. London. 1937)
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Portrait of a Model (George Routledge & Sons, London. 1939)
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Nymph and Naiad (George Routledge & Sons Ltd., London. 1940)
realityayslum:

John Everard - Nymph and Naiad, 1940.
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Judgement of Paris, French Nudes (George Routledge and Sons., London, 1941)
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Artist's Model (The Bodley Head Ltd., London. 1951, 46pp plus 172 plates)
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Second Sitting: Another Artist's Model (The Bodley Head Ltd., London. 1954)
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My Hundred Best Studies (The Bodley Head Ltd,. London. 1954)
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Oriental Model (Robert Hale Ltd., London. 1955, 14pp plus 48 single-sided plates)
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Sculptor's Model: A Third Sitting ( The Bodley Head Ltd., London. 1956)
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In Camera ( Robert Hale Ltd., London. 1957)
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Model in Movement (The Bodley Head Ltd., London. 1959)
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Model in Shadow (Robert Hale Ltd., London. 1963)
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Eves Without Leaves - with Walter Bird and Roye (C. Arthur Pearson Ltd., London. 1940) and
More Eves Without Leaves - with Walter Bird and Roye (The Camera Studies Club, London. 1941)
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GALERÍA

John Everard
1903-1969

LAS SOMBRAS AL DESNUDO

Portrait of a Model
John Routledge and Sons. London, 1939
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Cover
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Judgement of Paris, French Nudes
Ed. George Routledge and Sons, London, 1941


Cover
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Nude No. 1
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Nude No. 24
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Nude No. 40
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Study of Nudes No. 2
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Study of Nude No. 17
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Study of Nude No. 15
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Study of Nude No. 31
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Artist's Model
Ed. The Bodley Head, 1951


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Plate 23
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Oriental Model
Ed Robert Hale, Ltd, London 1955


Asian Female semi Nude, photogravure
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Malay Woman semi Nude, photogravure
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Indian Hindu Dancer, photogravure
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Kneeling Asian Filipino Nude, photogravure
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Kneeling Japanese Nude, photogravure
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Photomontage, Japanese Nude, photogravure
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Japanese Kneeling Nude, photogravure
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Two kneeling Japanese Nude, photogravure
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Japanese Nude, photogravure
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Japanese Nude, photogravure
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My Hundred Best Studies
Ed Bodley Head, 1954


Cover
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Adam's Fifth Rib
1936


Cover
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Nudes Study Outdoors
Ed Ltd, London, 1940


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