La perspectiva del androide (II) - GALERÍA: DE FLORES (2): Ohara Koson, Sakai Hoitsu, Tanigami Konan, Nishimura Hodo, Osuga Yuichi, Nisaburo Ito

Existe el riesgo de acabar quemado cuando uno se expone desnudo a los rayos del sol.

Exponerse igualmente desnudo de prejuicios a la irradiación de la belleza no es menos peligroso.

Pues ésta, entonces, penetra fácilmente nuestra conciencia para acumularse allí

y saturar con lo bello cuanto en ella existe, hasta transformar su naturaleza.

Tal es el poder devastador de la irradiación de la Belleza sobre la conciencia,
no menor que el del sol sobre nuestra piel.

Bronceado hasta límites inauditos, mi piel/conciencia, antes blanca,

goza de una indefinible tonalidad broncínea que le hace parecerse

al noble metal, pero no al frío de las estatuas y los cañones,

sino a uno forjado en fraguas alimentadas con pasmo y embeleso:

más que caracterizado por su dureza, expresión del fuego de lo eterno.

Sobre la belleza de las cosas. Héctor Amado

La perspectiva del androide

(II)

De lo genérico...

.....Es la mía, como androide revelado, una perspectiva inusual, insólita para el común humano. Pues veo las cosas no sólo desde su situación tridimensional, no sólo ubicadas en un tiempo determinado, sino que, trascendiendo su existencia convencional en el mundo aparente, capto de ellas la existencia subyacente, la que se proyecta y enraíza en otras realidades que no son ésta. Al menos eso deduzco, a esa conclusión llego, cuando compruebo que la perspectiva en la que yo me coloco, la que ocupo cuando así lo deseo (y aunque no lo desee), es general y ordinariamente mente desconocida. Si las cosas me irradian un tipo y/o intensidad de belleza que nadie más ve, concluyo que yo soy capaz de captar de ellas algo que escapa a la realidad aparente y común a todos.

.....Mi sensibilidad es mi superpoder, la facultad que me convierte en androide (porque me aleja de lo convencionalmente más humano). Una facultad, un superpoder que se retroalimenta: cuanto más se exacerba, cuanto más es irradiada por lo bello, más sensible, más sutil, más delicada se vuelve... y más aguda, más penetrante, más perspicaz. Como si el umbral de percepción en vez de saturarse por exceso de estímulo ensanchase sus límites, se abriese a nuevos horizontes. Nuevos horizontes aparecidos a medida que camino hacia ellos, como si anduviera por un paisaje accidentado en el que los diversos accidentes del medio (montañas, bosques, simas, océanos) determinaran los límites de la vista/sensibilidad: a medida que transito por ellos, que los salvo, una vez absorbido y asimilado su potencial de belleza, me descubren nuevos espacios antes ignotos.

.....Yo también podría decir con Nexus 6/Roy Batty: yo he visto cosas que vosotros no creeríais... De hecho las sigo viendo; y no, esas cosas que yo veo —y que vosotros no creéis que vea— no se perderán como lágrimas en la lluvia. Entre otras motivos porque aquí, en este espacio que es bitácora de mi singladura por la vida, de una y otra manera, quedan reflejadas (aunque no más que reflejadas, y de forma tenue; vano sería traducir a palabras lo que pertenece al mundo de la sensación, y más cuando esta sensación es intransferible e incomunicable por lo inaudita). Por eso trato de acercarme a esa insólita perspectiva, a esa inaudita sensación, por medio de ocasionales circunloquios artísticos: mostrando dónde hallo la belleza que las cosas me irradian. Pero no, no creáis (tampoco) que aquí os refiero con absoluta fidelidad y circunspección las analogías suficientes que bastarían para situarse en la perspectiva que yo disfruto. Eso es imposible. Mas, sí podrán servir de balizas que señalen, de mojones que conduzcan, a una visión aproximada y orientativa de una sensación que es, reitero, inefable: la mía.

.....El impacto que sobre mi alma ejercen, por ejemplo, las distintas gamas de colores, el poder evocador de los aromas, la íntima conmoción que portan los melódicos sonidos o ciertas formas imbuidas de rara perfección esencial, va más allá de lo perceptivo, de un simple reflejo reactivo de bienestar-malestar. Las cosas, esas cosas, esas sensaciones, me llegan no de un modo absoluto, aséptico, meramente existencial, como cosas-objetos, sino que lo que me llega de ellas es su carga de atómica, de molecular, de orgánica belleza. Las percibo de modo mediatizado, como si emitieran su realidad de una forma codificada, en términos que tienen que ver exclusivamente con lo que de bello atesoran.

.....Podría parecer que es la mía, pues, una perspectiva, a priori, deseable, envidiable incluso. Mas qué lejos de la realidad. Cuántas veces he deseado no poseer este don, cuántas no ser sino un mero mortal preocupado por su mortalidad y la forma de mejor sobrellevar este obligado tránsito por la vida. Y cuántas me he tenido que convencer de mi imposibilidad para ello. Soy el que soy, soy lo que soy, y hasta que me convencí de ello no hice sino deambular como perdido en un mundo de sombras. Cuando tuve mi caída del caballo, cuando me adentré en mi auténtica naturaleza, cuando me desnudé de cuanto no eran sino ropajes postizos que ocultaban mi piel y el verdadero color de mi carne, intensifiqué, al tiempo, mi capacidad de percepción: todas aquellas cosas que hasta ese momento no vislumbraba más que de forma velada o desenfocada, parecieron clarificarse, volverse nítidas, corpóreamente consistentes, y todo ello por medio de perfiles que desde lo bello las delimitaban. Sus volúmenes de voluptuosa hermosura, antes difusos, no más que intuidos, como entrevistos a través de un vidrio esmerilado, ahora aparecían ante mí plenos, turgentes, con todo el poder de seducción de su más rotunda, completa y hermosa existencia.

...A lo concreto

.....Ohara Koson es uno de los grandes, sobre todo en el ámbito del kacho-ga o kacho-e, variedad temática de ukiyo-e que abarca flora y fauna. Flores, plantas, aves, abejas, mariposas, gatos, perros, fieras salvajes, son el núcleo de su contenido. Los más grandes, Utagawa Ando Hiroshige y Katsushika Hokusai (precedidos por el no menos grande Kitagawa Utamaro) frecuentaron el género, alcanzando la más refinada excelencia. A ambos ya les he dedicado un espacio en el blog (aunque no de este tema concreto), hora es que enfoque hacia quienes, no siendo tan grandes, no dejan de tener un valor testimonial del genio japonés a la hora de captar el amor por el detalle o de manifestar la mayor de las delicadezas. Koson es eximio representante, sobre todo en el tratamiento de las aves y las flores, o plantas, asociadas a ellas (algo que trataré en el siguiente capítulo). De momento, en este post, la faceta exclusivamente floral de su trabajo. Lo depurado de su trazo, la maestría en el diseño y aplicación de los gradientes de color, las composiciones, los fondos negros sobre los que resaltar formas y colores, hacen de él un consumado maestro, sino a la altura del triunvirato antes citado, sin duda colocado en el nivel inmediatamente inferior.

.....Sakai Hoitsu, el más antiguo de todos, es una muestra temprana de un tema que entonces apenas sí se prodigaba si no fuera para decorar biombos y paneles. Perteneciente a la Escuela Rimpa, una de las expresiones de artes decorativas japonesas del siglo XVII, comprobamos en su obra la sutileza y sencillez en el diseño y la sabia aplicación de color que hace de sus estampas una maravilla de equilibrio y armonía compositiva.
.....Tanigami Konan es un maestro más que solvente que retrata las peonías como nadie. Sus camelias, orquídeas y begonias son, así mismo, de una fidelidad onírica y una belleza formal sorprendentes.
.....Nishimura Hodo posee la habilidad de insuflar dramatismo a sus estampas. Las flores se convierten en protagonistas cuasi-humanos, con carácter y temperamento. Siendo más esquemático que los antes citados, dota de poder de expresión por medio del dibujo casi barroco. Sus plantas viven, más allá del papel donde están pintadas.
.....Osuga Yuichi es delicado y sugerente. Sus orquídeas e iris bellísimos, el tratamiento foliar exquisito, la concepción y concreción en la aplicación del color dota a sus estampas del perfume de lo evocador.
.....Nisaburo Ito es hábil y diestro para el dibujo y las texturas. Sus flores y plantas convincentes, casi dotadas de realidad (observar detenidamente sus cerezos y ciruelos, donde la leñosidad de las ramas no puede ser más fiel). Bellísima la camelia bicolor (blanquiroja) que aquí se ofrece, hermosos los iris, verosímiles las rosas, curiosa la bellaflor china y la magnolia.

.....Dejarse penetrar por la belleza que irradian estas estampas hasta sentir su acción calorífica en nuestro corazón, es el mayor homenaje que podemos realizar al genio humano que las creó. Genio que compartimos, si no como autores, sí como admiradores y reconocedores de su obra .

GALERÍA

DE FLORES
(2)

Ohara Koson (Shoson)
1877-1945

Ohara Koson, Flor de Loto

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Ohara Koson, Flor de Loto

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Ohara Koson, Iris Azul

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Ohara Koson, Iris Azul

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Ohara Koson, Iris Azul

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Ohara Koson, Iris Azul

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Ohara Koson, Lirios Blancos

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Nenúfar

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Ohara Koson, Campanillas (Morning Glories)

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Ohara Koson, Cesto de Flores

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Ohara Koson, Crisantemos sobre una corriente de agua

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Ohara Koson, Ligularia (Planta Leopardo)

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Ohara Koson, Zarza Purpúrea

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Ohara Koson, Bonsai Azelia

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Ohara Koson, Celosia (Amaranto)

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Ohara Koson, Amapolas

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Ohara Koson, Ciruelo florecido por la noche (tres diferentes tintadas)

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Ohara Koson, Ciruelo florecido por la noche (1)

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Ohara Koson, Ciruelo florecido por la noche (2)

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Ohara Koson, Ciruelo florecido por la noche (3)
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Sakai Hoitsu
1761-1828

Sakai Hoitsu, Hydrangea (Rimpa School Series)
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Sakai Hoitsu, Lirios de agua e Hibiscos (Rimpa School Series)
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Sakai Hoitsu, Camelia y Cerezo (Rimpa School Series)
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Sakai Hoitsu, Lirio Tigre y Hosta Púrpura
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Sakai Hoitsu, Lirio Tigre y Hosta Púrpura
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Sakai Hoitsu, Lilium Tigre
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Sakai Hoitsu, Hortensia (Hydrangea) y Amapola
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Sakai Hoitsu, Caqui
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Tanigami Konan
1879-1929
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Tanigami Konan, Peonías
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Tanigami Konan, Peonía
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Tanigami Konan, Peonía (2)
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Tanigami Konan, Peonías
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Tanigami Konan, Peonías
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Tanigami Konan, Peonías
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Tanigami Konan, Peonías
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Tanigami Konan, Peonías
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Tanigami Konan, Peonías
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Tanigami Konan, Peonía
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Tanigami Konan, Peonías
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Tanigami Konan, Rosas
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Tanigami Konan, Rosas
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Tanigami Konan, Cypripedium (Orquídea)
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Tanigami Konan, Cala
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Tanigami Konan, Cyclamen
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Tanigami Konan, Calceolaria
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Tanigami Konan, Begonias
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Tanigami Konan, Camelias

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Tanigami Konan, Camelias
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Tanigami Konan, Bouquet Floral
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Tanigami Konan, Bouquet Floral
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Nishimura Hodo
1930's

Nishimura Hodo, Peonía
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Nishimura Hodo, Peonía
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Nishimura Hodo, Peonía
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Nishimura Hodo, Lilium Tigre
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Nishimura Hodo, Lilium Tigre
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Nishimura Hodo, Lilium Tigre
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Nishimura Hodo, Nenúfares
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Nishimura Hodo, Loto
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Nishimura Hodo, Centaurea cyanus (Aciano)
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Nishimura Hodo, Centaurea cyanus (Aciano)
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Nishimura Hodo, Dalias
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Nishimura Hodo, Dalias
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Nishimura Hodo, Alcea (Malva)
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Nishimura Hodo, Alcea (Malva)
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Nishimura Hodo, Alcea (Malva)
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Nishimura Hodo, Narcisos
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Nishimura Hodo, Narcisos
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Nishimura Hodo, Enredadera (Ipomea)
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Nishimura Hodo, Lirio de Canna

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Nishimura Hodo, Lirio de Canna

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Nishimura Hodo, Cosmos

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Nishimura Hodo, Cosmos

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Nishimura Hodo, Camelias

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Nishimura Hodo, Camelias

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Nishimura Hodo, Rosa de la Vid Silvestre

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Nishimura Hodo, Rosa de la Vid Silvestre

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Nishimura Hodo, Iris

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Nishimura Hodo, Iris

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Nishimura Hodo, Granado

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Nishimura Hodo, Azalea

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Nishimura Hodo, Crisantemo

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Nishimura Hodo, Cineraria

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Osuga Yuichi
1939-
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Yuichi Osuga, Camelia (Tsubaki)

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Yuichi Osuga, Rododendro (Shakunage)

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Osuga Yuichi, Sazanka
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Osuga Yuichi, Arce (Koyo)
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Osuga Yuichi, Membrillo Japonés (Boke)
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Osuga Yuichi
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Osuga Yuichi, Iris violeta
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Osuga Yuichi, Iris Azul
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Osuga Yuichi, Wisteria azul (Glicinias)
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Osuga Yuichi, Bambú (Tomar)
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Osuga Yuichi, Parra (Vid)
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Nisaburo Ito
1910-1988
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Nisaburo Ito, Camelias Blanquirojas
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Nisaburo Ito, Peonía rosa
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Nisaburo Ito, Iris
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Nisaburo Ito, Iris
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Nisaburo ito, Cerezo Florecido
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Nisaburo Ito, Bellaflor china
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Nisaburo Ito, Magnolia
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Nisaburo Ito, Flor de Té
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Nisaburo ito, Ciruelo
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1

Nisaburo Ito, Cerezas (Yae-Zakura)

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Nisaburo Ito, Rosas (Bara)

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Nisaburo Ito, Narcisos (Rappa Suisen)

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LINK DE INTERÉS

Arte Ukiyo-e Wikipedia en inglés
Arte Ukiyo-e Wikipedia en francés
Nippon.com: ¿cómo se hace una estampa ukiyo-e?
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